Su Venganza, Su Amor Eterno
o está en espera -la voz de Felipe era un sa
Felipe.
por el momento. Me incliné y besé su frente, mi corazón doliéndome con un
, mamá -susurré
amián en San Pedro para empacar mis cos
vestíbulo, con una sonris
vas? -
e mi camin
dijo él mismo. Esa noche, después de dejarte plantada en esa conferencia, vino
. Retrocedí, mi mente negándose a procesar
n la voz ahogada y las lá
mada esa noche. Se estaban riendo, con una botella de champán en la mesa entre e
e mis últimos dos años se hizo polvo. La mentoría, las p
cana. Era un regalo que Damián me había dado después de cerrar
sa. Se hizo añicos contra el suelo de mármol,
stás ha
en el umbral, su expresión no era de en
ra mirar, yendo directamente hacia Julián
bien,
ugnante. Veía a su h
ojos fríos. Me tendió una
para compensar
amantes. Una miseria. Un insult
, con la man
voz un eco hueco de
o adelante, con una sonris
te, Alana. Para agra
na foto de él y Damián, acurrucados en un sofá, pareciendo en todo el mundo
o la foto
bueno -dijo, completamente
ueba de una traición tan profunda que sentí que me enve
ueño espacio. A través de la puerta abierta, podía oírlos. Damián y Julián,
an. Pero habían dejado la foto enmarcada en la me
tras promesas, nuestra vida juntos... ¿Alguna vez estuvimos casados
oroso, que empecé a reír. Un sonido sal
iñedo para mí en el patio trasero. "Para que podamos hacer nuestro propio vino para celebra
aire frío de la noche y empecé a cortar. Corté las vides
me había dado. Los llevé a la chimenea y encendí un ceri
o la última de las fotos s
a ventana, luego el montón de cenizas
ndo como una
iendo de la basura -d
miento, ni triste
es ago
cargando varias bolsas de compras de tiendas de
mirada de suficiencia en el rostro. Los
que era casi cómica. El rey, su princesa