Divorcio, Renacer y Dulce Éxito
tos por el jardín del hospital. Mientras estaba se
scanso casual pero de aspecto caro,
z suave-. Esperaba enco
Qué podría querer d
r un momento, el aroma de l
hablar, su voz l
universidad. Él era la estrella del equip
oesía, de ellos estudiando hasta tarde en la biblioteca, de un sue
abía escrito un poema. A menudo olvidaba mi cumpleaños
como si desestimara la profundidad de su conexi
ra una charla amistosa. Era una vuelta de la vic
i expresi
. Lo que tú y Augusto ha
rme. Ya había esc
su agarre sorprendentemente fuer
me con ella. Ambas caímos en la fuen
e agité, mis brazos se movían sin control. No s
osotros. Sin dudarlo un momento, se zambulló y tomó a Heidi en sus braz
usto detrás d
! -Ni siqui
débil. Arañé el borde resbaladizo d
osía, finalmente me miró. Sus ojos
¿la empujas
o, por el frío
ella re
ro contorsionado por la rabia-. ¡S
intentó ayudarme, pero
ella! ¡Es u
hizo añicos. Mis últimas fuerzas me abandonaron. E
i cama de hospital. La habitación esta
ogarme y ni siquiera se habían molest
do. El fin
er vuelo fuera de la Ciudad de Méx
ntras confirmaba la
ha. Debió haber visto la confirmación de la reserva en nu
ió entre nosotros antes de que la puert
ondido detrás de su pierna, ambos
o, entrando en la habitación-. ¿Qu