charita como si así pudiera disolver la incomodidad de la cita
nocidas, sin joyas, sin maquillaje llamativo-, frunció el ceño y se sentó solo para decirle, con tono
éti
Solo, revisando el reloj una y otra vez. Tenía el café intacto fr
gradable. Había una calma en él que contrastaba con la urgencia del mundo que los rode
s optimistas que llega quince minutos an
sorprendido. Tardó un par
ndo -dijo finalmen
a, señalando su mesa vacía-
. Sofía se acomodó en
iegas? -pr
recer, no
uzgó por mi ropa y se fue
dió -respondió él,
acostumbrada a respuesta
crees que pas
hacer -dijo, encogiéndose de hombros-
an esfuerzo al me
nrió
jo, extendi
of
retón breve. Silencio. No incómodo
seguir con su día. Pero su mente ya iba más rápi
ría casart
las cejas,
Qu
Nada de amor, nada de compromiso real. Sol
omo quien escucha una brom
hablando
puso esa cláusula ridícula en el testamento. Tengo 90 días para res
de adivinar si estaba actuand
or qu
e no te burlaste de mí. P
la silla, aún procesando la
onozco -
Justo por e
enc
miró fi
trámites. Nada de sentimientos. Solo un trato limpio.
-dijo Juliá
s segundos y luego,
us motivos. Visa, tal vez. Documentos. No lo sé. Pero
o nada, pero ella lo había adivinado. Y con una
eres t
iendo rechazada por tipos vacíos o pretendie
irada por un momen
tá
ndo papeles. El ambiente era frío, con paredes grises y una carpeta
s sellando un trato
dificio, ya eran lega
los dos lo
da