Amor Inesperado en el Coma
Para mí, Armando Robles, chef de profesión y esposo de Sofía Mendoza por
a reina de la moda, la mujer conocida en todo México por su semblante de hielo y su mente calculad
isterioso, inexplicable. Su auto de lujo, destr
a mirado con esos ojos que juz
bre de la casa. Cuida de mi
lero, el "esposo sustituto" que ocupó el lugar de mi hermano, el verdadero prometido de Sofía, después de que él desapareciera sin dejar rastro. N
bitación, su cara era una mezcl
s son estables, pero no responde a ningún estímu
y los pitidos. Me acerqué a la cama, un impulso extraño me llevó a tomar su
nces,
uya, una voz clara, brillante y comple
piña, su cilantro, su cebollita y una salsa que pique hasta el alm
ededor. La habitación estaba vacía. No había nadie. Vol
o loco? ¿El estrés,
a mil por hora, volví a
ías. Y esa barba de náufrago no te queda, pareces el primo pobre de un pirata. Deberías ir a comer algo, pero algo bueno, n
jamás, en nuestros cinco años de matrimonio, le había escuchado. La Sofía que yo conocía hablaba c
quería tacos al pastor y
inación morbosa me invadió. ¿Qué era esto? ¿Un efecto secundario del coma
so que no entendía,
s al p
cabeza grit
Coca bien fría! ¡Este hombre por fin
mundo. Estaba hablando con mi esposa en coma sobre taco
se encuen
. voy por
a de romper en mil pedazos. Yo era Armando Robles, el chef con restaurantes exitosos, el esposo trofeo de l
mi esposa. Y mi esposa, al parecer, era una parlanch
su mano. La voz estaba ahí, ahora cantu
qué corridón! Si me despierto, lo primero que hago
iosidad genuina por la mujer que yacía en esa cama. ¿Quién era realmente Sofía Mendoza? Y más importante aún, ¿qué demonios