Luna: Rescate de un Padre
s del sol se colaron por la ventana y le dieron en la cara. Se estiró en la cama con una pereza deliciosa, un lujo que no se
uela. Hay cereal. Tenemos que hablar seriamente esta noche". La letra de Sofía era tensa y enojada. Ricardo arrugó la nota y la tiró a
de videojuegos que había estado acumulando polvo en el estudio. Pasó las siguientes horas
ó a la sala y se quedó paralizada al ver a Ricardo en
ido?", preguntó, su voz
sin quitar la vista de la pantalla.
acer el más mínimo esfuerzo por buscar trabajo. Al principio, ella pensó que era una broma, una especie de rabieta infant
legó el estado de cuenta de la tarj
mprar unas expansiones
e la cabeza le
sos! ¡Y el seguro del coche son otros cinco mil! ¡Y la colegiatura de Luna son di
uego y la miró. Su expresión
, ¿no? Siempre has sido tan buena manejando el dine
nco. La cara de Sofía
a mi hermanundas de celular? ¿Cien mil? ¿Doscientos mil? ¿Recuerdas los cincuenta mil para su viaje a Cancún para 'encontrar inspiración'? ¿O los
ilia! ¡Tenía q
ra la terapia de Luna, dijiste que no alcanzaba. Pero dos días después, le transferiste
ra. Nunca se había atrevido a hablarle así. Siempre había sido el esposo comprensivo,
ágrimas empezaron a brotar de sus ojos. Era
al y el de tu familia. Si quieres dinero, pídeselo a Miguel. Dile q
ó el tazón de fruta de la mesa de centro y lo arrojó contra la pared. L
tionada por el llanto. "¡Me largo de a
sin mirarlo y salió de la casa, cerrando la puerta con un portazo que hizo vibrar l
a limpiarla, pero decidió no hacerlo. La dejaría ahí,
evantó, se puso unos jeans y una camiseta, tomó las llaves de su viejo coche y salió a recoger a su hija. Mientras conducía, una peque
Luna sentada en la banqueta, esperándolo. La
¿y mi
rdo, levantándola en brazos y besando su fre
o que todo lo que estaba haciendo, todo el caos y el dolor que i
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