Un Príncipe y Su Guardiana Rota
ra formidable, la mej
iñera, era
cocinarm
a negra y humeante que a
bierta de hollín d
alacio me dieran comida decente, probablemente amenaz
ar uno de mis
endados y el abrigo con
un abrigo nuevo en mi cam
significaba cuidado y del
a y silenciosa, i
unca había sido cuidado p
del universo de Ximena no era yo, n
universo era e
lo en el patio d
ente fría y distan
miedo, una mezcla de anhelo y dolor ta
olo lo miraba desde lejo
da era difer
de admiraci
ujer que amaba a un
l Capitán Alons
la frontera, ella pedía se
ca, ella estaba entre la multi
mpre, volv
graves, pero e
un tobillo torcido, un
se en situaciones peligrosas
con una herida prof
, cojeando, dejando un rastro d
í en si
ama, tratando de coser la herida e
grar," le dije
ó la vista,
te de
jame ay
rimeros auxilios y, con manos tor
servándome, su respiraci
el vendaje, no p
haces esto
o resp
as misiones peligrosas? ¿Por q
o," dijo, su voz
con más fuerza de la necesaria. "Eres mi g
mera vez, vi algo más q
rofunda
sí es la vida. Tienes que
, mi voz temblando.
or primera v
né de vendarla, se q
quedé
blamo
mos en silencio mient
equeña ventana de su habitació
despejado, lle
a es la Osa Mayor. Los viajer
í, mirando las e
e a buscar
edó c
ser una estrella en su cielo, una pequeña y débil, pe