El Cíclo de Nuestro Destino Deplorable
después de que Mateo se marchaba con su excusa habitual, ella actualizaba
que me veía hermosa con él, que era
qué patética. Me dijo que solo está con ella
junto al mar, lejos de todo y de todos. M
, empezó a tomar más analgésicos de los que le recetaban, buscando el olvido en la niebla de los
mportante" con una sonrisa radiante. Llev
or," dijo, sentándose
ó la caja y sacó un delicado collar de per
a noche anterior. "M me regaló un collar de perlas, dijo que hacían j
o?" preguntó ella, su
reunión. Fue aburridísima, no podía esperar a volver contigo."
nito," dijo ella, toc
o te gustaba cuando eras niña," dijo él, evocando un recuerdo
seas. Cada gesto de amor, cada
preguntó de repente
tá donde se merece, pudriéndose. No pienso en ella." Su voz era f
isto?" ins
, con un tono cortante. "Mi único interés es que s
do pensando... en cuanto salgas de aquí, nos casaremos. Ya empec
esonó en la mente de Sof
ndo. "No tengo piernas. Soy una inválida.
arte de ella, una parte desesperada y rota, todavía anhe
eso! ¡Te amo, Sofía! ¡Te amo más que a mi vida! No me importa si tienes piernas o no, ¡te
ionadas, las mismas promesas que probablemente
ir, para confrontarlo con la verdad que había descubierto.
o," murmuró. "Me
riunfo en el rostro de é
itación del hospital se convirtió en una oficina de planificación de bodas, un escenario surrealista para el drama que se desarrollaba en el interior de