Corazón Quebrado, Alma Incendiada
veces es tan clara que duele. El día que mis padres me dej
guido trabajo en una maquiladora en la ciud
jos rojos. Me apretaba la mano tan fuerte que sus dedos estab
o. "Pórtate bien, m'ija. Te m
de mi abuelo, viéndolos alejarse en el vie
é, mi padrino, me pellizcaba la mejilla y me decía que cada día estaba más bonita. Las vecinas me trenzaban
erida. Me se
stúpi
es. Lo recuerdo porque mi abuelo había ido al pueb
io cuando la sombra del
na sonrisa que no le llegó
drino", respondí,
n, quiero mos
vó a la parte de atrás de su tienda, al almacén
la p
osa fría que me re
rminar de barrer. Mi a
dijo, y su sonrisa se hizo más gr
oceder, pero choqué con
iquita. Solo vamos
r. Fue su peso sobre mí, su aliento apestoso en mi cara, sus manos
e ves más bonita",
ndose el cinturón. Me tiró un bill
hicles", di
lo, temblando, rot
lo. Por un segundo, sentí un torrente de alivi
, preguntó mi abuelo,
dió el Tío José, dándole una palmada en e
lo los contó, los guardó en su bolsillo y luego me miró. A mí. Tirad
s ojos. No había pi
con voz dura. "Y límpiate esa
l hombre que debía proteg
léfono de disco para llamar a mis padres. Marqué el númer
abía
ono. El cable que iba a
isando el cable. No dijo nada. Solo me tomó
pretaba la mandíbula con sus dedos callosos, "o si se te ocurre abrir la boca... te voy
garro cayó sobre m
, temb
Tu padrino José es aficionado a la fotografía. Sería una lástima que t
ó. Caí
olvió suave, casi cariñosa, lo
que esto es lo mejor para todos. Tus papás necesitan el di
onder. Solo
ió, su cara a cen
mecánic
de su cigarro barato llenando el aire. La pequeña brasa de su cigarro seguía ardie