Corazón Quebrado, Alma Incendiada
r a mis pa
encio de la sala. Como si
rocesando mi petición. El Oficial Sánchez, que había vuelto a entr
tus papás? Después d
o para silenciarlo, sin
verlos, Luz?", p
era una necesidad física, un ancla en medio de la locu
r sopesando los riesgos, las reglas, mi extr
ijo. "Traigan
de la habitaci
día sentir la mirada de Ramírez sobre mí, analizando cada parpadeo, c
se abrió
stenerla. Sus ojos estaban hinchados y rojos de tanto llorar. Llevaba
a!", gritó con
l nos separaba. Apoyó las manos en lafavor, dime que todo es un error. T
r envejecido diez años en una noche. Su cara estaba gris, sus hombros caídos
vo, un llanto desgarrador que
re! ¡El Tío José, Don Pedro... ellos le dieron todo! ¡Le comp
Sánchez y golpeó l
. "¿Por qué, Luz? ¿Por qué? Después de todo lo que
e a cualquier cosa que tuviera sentido para ella. "Él
n inocentes. Sentí una punzada de algo parecido a la pena,
iré
mis palabras cayeron como piedras e
rar. Me miró fijame
ntamente, sus ojos
?", s
epetí, un poco más alto
on la cabeza,
o... ¿po
os ojos. Y le di la únic
se lo me
ubieran golpeado. Dio un paso atrás, llevánd
or. La confusión en sus ojos fue reemplazada por un hor
as un susurro. "¿Tu abuelo? ¿El Tío
na sonrisa torcida, espantosa. La expresión de sus caras al escuchar mi c
alegre, casi musical. "T
do a un demonio. El amor en sus ojos s
ndo de rodillas, su cuerpo sacudido
e las cadenas de mis esposa
xtrañamente tranquila. "Cuídense mucho. Ya
pá. Vi mechones blancos
"Deja de fumar ta
n los ojos llenos d
blorosa hacia mí, como si quisiera tocarme,
retrocediendo un paso.
no como si se h
ía estado observando todo en s
uficiente", di
suelo. Ella no podía caminar. La sacaron de la
de nuevo con
er...", comenzó, pero
abía desaparecido. Mi ca
aben", dije. "