Corazón Quebrado, Alma Incendiada
hacia mi padre. "Es la tarjeta del banco. Les transferí todo el dinero que me
ó como si fuera
i voz monótona y rápida. "Hay suficiente. Compren la casa que siempre quisieron, lejos de aquí
etición, me miraban con los ojos desorbitados. Estab
...", suplicó mi madr
. Dejen este lugar. Olvídense de que alguna
Se levantó de un salto, la sill
ti? ¡Eres nuestra hija!", gritó, su
de levantarse. "¡Vamos a sacarte de aquí! ¡Con
má. Todavía creía
rme", dije con una calma terrible
orror al comprender. Mi pa
no te atreva
o. No había m
e lancé de cabeza contra la pared de concreto. No
e el cráneo. Termin
amírez fue más rápid
ado!",
a centímetros de la pared. Me tiró hacia atrás con una fuerza sorpr
adre fue lo último que escuché an
.
. Un olor agudo, lim
enfocar. Estaba en una cama. Una cama de hospital. Tenía una aguja en e
a dolía
... desp
a cama, su rostro demacrado, sus ojos rojos e hinchados. Mi padre estaba de pie detrás de
o un dolor agudo en l
ijo mi padre, su voz ron
echo blanco. Había fallado. N
. Detrás de él, Sánchez, quien me miró con un de
e acercó
seria. "¿Creíste que era una salida fácil?
ue la muerte era mil veces mejor qu
Una malagradecida! ¡Después de todo lo que le dieron, va y los quema! ¡Y
adre, girándose hacia é
írez, esta vez con una dureza
ó, murmurand
mí. Se inclinó un poco,
lgo te rompieron. Algo tan profundo que creíste que el fuego podía
sin ex
ada palabra caía lentamente, con un peso tremendo. "El doctor que te atendi
vo. El aire se ato
ez, sus ojos fijos en los míos, buscando una reacció
olor a alcohol, a sudor rancio, las manos su
gas que te daban para
resa que había contenido mi r
vanté de la cama, arrancándome la aguj
agarrándolo por el cuello de la cam
centímetros de la suya. "¡¿LU
aron mi nombre,
BLE!", mi voz era un rugido gutural, lleno de un odio que ha
¡DEBÍAN
no sabía que tenía, mi cuer
¡DEBÍAN