Familia Rota: El Reencuentro de Almas
a como una piedra lisa y fría en mi pecho. Lo vi alejarse, su silueta recortada contra la luz sucia de la tarde en l
n funcionario del registr
á bien? ¿Quieren
y me levanté. La silla hizo un ruido
incesante de la gente. Era el sonido de la libertad, pero también el de la soledad. En mi vida pasada, este ruido me ater
lo quería
bía pensad
vestidos con chamarras de cuero a pesar del calor, se interpusieron e
a mezcla de respeto falso y amenaza. "El señor nos pi
ieron, me
os, pero me blo
rme sola," dije, tratando
sonrió, una son
muy importante para él y que no quiere
idando, me estaba encarcelando. Estaba asegurándose de que su j
hacia un coche negro con los vidrios polarizados que esperaba en la esquina. La gente pasaba a nuestro lado, indifere
tizante barato de pino y a peligro. Mientras arrancaba,
joven indígena, inocente y asustadiza, que lo había seguido ciegamente la primera
gente ya estaba en camino. Podía sentirlos, una vibración le
ue me flanqueaban. No me concentré en el mied
no recordaba, o quizá nunca le importó, que en nuestra comunidad, la deshonra de una mujer recae sobre
tuve que realizar un ritual dolorosísimo. Tuve que clavar siete espinas de maguey sagrado en mi propia carne, una por cada día de la semana, un sacrif
o del precio que pagué por cada día d
ra un simple trámite. Siete días para él, u
. La reconocí al instante. Era la misma casa donde vivimos, d
na sirvienta, una mujer mayor llamada Elvira que tambi
ochitl... ¿Y
s guardias. "Asegúrese de que no le fal
rden directa para Elvira,
s pesados de madera oscura, la misma alfombra persa, el mismo cuadro
i primer embarazo. Él me había besado entonces, lleno
e acercó
¿quiere un p
acias, E
ó con
o. Ya verá. Los hombres
carle que esto no era una
prisionera en la casa de mis peores re
pe
. Tic, tac. Cada punzada era un
aban cruzando
Ya sentían
os y profundos. El líder que mi pueblo respetaba. El hombre que, según los ancianos, era
No por resignación, sino por elecció
a poniendo, tiñendo el cielo contami
oche de celebración, el
noche de mi vieja vida.