Venganza De La Prinsionera
rpresa, de irregularidades, de cifras que no cuadraban. La palabra que r
Mi familia también estaba allí, con rostros llenos de miedo. El negocio, la fuente de la prosperidad de todos, estaba a punt
dijo primero, su voz
"Él es la cara del negocio. Si él cae, todo se viene a
s los ojos se
frente a mí, sus lágr
futuro de todos. Eres fuerte, tú puedes soportarlo. Serán solo unos años. Noso
o se arrodilló, pero su voz estaba
lo que tenemos. Si Mateo va a la cárcel, nos quedamos sin nad
de súplica. Miré a Mateo, buscando una salida, una defensa. Pero él también s
urante, la casa, nuestro futuro. Si tú vas, yo puedo mantener todo a flote. Puedo seguir trabajando y cuando salgas, todo será tuyo. Nuestro. Te juro
or y un retorcido sentido del deber, vi mi sacrificio como el acto de a
ep
la mente maestra detrás del fraude, no tuve ninguna oportunidad. Me declaré culpable. E
sala. Solo escuché los sollozos de mi ma
único que me mantenía cuerda eran las cartas de Mateo. Llegaban puntualmente cada semana, llenas
a espaciarse. Una vez al mes. Luego, cada dos me
comenzó a germinar. Durante las visitas, mis padres y mis suegros eran evasivos. Hablaban del éxito del neg
ica de mi antiguo barrio, me contó la verdad. Me habló de Mate
i mente, el futuro por el que estaba sufriendo, se hizo añicos. El amor que sen
ba nada. No sentía nada. El único sentimiento que quedaba era una brasa de rabia, pequeña pero persi