Venganza De La Prinsionera
, acostumbrando mis ojos a un mundo que había seguido girando sin mí, un mundo lleno de colores y ruidos que en mi celda solo eran un eco lejano. Tenía una sola
ar "El Sazón de la Abuela" que yo había ayudado a construir con la receta de mi propia abuela. Mi corazón latía con fuerz
ateo quien ab
riosidad. Detrás de ella, un niño pequeño se asomó, aferrado a su falda. Y luego otr
guien?", preg
ando Mateo apareció detrás de ella, su rostro apenas mostrando sorpresa. Se había puesto más rob
in una pizca de la emoción que
xpresión cambiando a una de comprensión y ligera
si estuviera presentando a una colega
ión inicial. Entré a la casa, empujándolos a un lado. La casa estaba
én es esta mujer? ¿Quiénes son estos niños? ¡Estaba en mi
ndiferencia que me p
lido", respondió con calma, como si exp
calientes y amargas. Empecé a gritar, a discutir, a exigir una exp
por el escándalo. Mi suegra, en lugar de defen
jos con otra, tú sigues siendo la señora de la casa
a mi suegro, esperando algo de él, pe
teo había llamado. Esperaba un refugio en ellos, un poc
eo nos cuidó muy bien, nos dio trabajo, nos ayudó con la casa. La familia Vargas sol
voz llena de un repr
una mancha, Mateo no se divorcia de ti, e
ta fuerza que las uñas se me clavaron en las palmas. Me mordí el labio para no gritar de dolor y desesper
ra relación?", le pregunté, m
ue Catalina le había servido,
l negocio familiar, 'El Sazón de la Abuela', será heredado por mis seis hijos y su
con esa lágrima, algo dentro de mí se rompió para siempre. La S
, dije, mi voz ah
y lo miré direct
gas, ¡divo
pudieran reaccionar, saqué el pequeño trozo de papel que había guarda
a", dije al teléfono. "
ca y poderosa de Laura "La Jefa" Torr
acha. Dime dónde e