El Precio De Vuestra Ignorancia
a el silencio reconfortante de la biblioteca. No valía la pena gastar ni un segundo de
dadero campo de batalla. Mientras mis manos se movían, mi mente repasaba el pasado. Recordé las innumerables noches que pasé estudiando, las horas dedicadas
ocaciones infantiles. Si Carlos quería hundirse en su propia estupidez, que lo hiciera. Yo tenía un objetivo claro: l
a la hora de la cena, las preguntas sobre mi día, todo me recordaba una normalidad que ya no sentía. Nece
lógico: quería eliminar el tiempo de viaje y tener acceso a los talleres y la biblioteca de la escuela a todas
io, pero para mí, era un santuario. Podía trabajar hasta las tres de la mañana sin que nadie me dijer
n la biblioteca, un zumbido fuerte interrumpió el silencio. Todos nos asomamos a la ventana para ver un dron sobrevoland
a mezcla de lástima y desprecio. ¿Cuánto dinero habría
on los gestos de Carlos. Las discusiones entre ellos se volvieron más frecuen
amigas lo tienen!", la escuché decirle
egará pronto, ya verás," respondió
ue al principio parecía inagotable gracias a los ahorros y al dinero que le sacaba a sus padres, ahora estaba casi siempr
ente volvió a ser la novia cariñosa y sonriente. Lo abrazaba en los pasillos, reía de sus chistes malos y lo mi
legal. Más tarde, escuché a su madre quejándose por teléfono con una amiga sobre cómo habían desapare
caciones habían subido de manera constante, colocándome entre los cinco primeros de m
vida anterior siempre había sido un estudiante decente (principalmente copiando mi trabajo), ahora era uno de los peores. Laura no estaba muc
su oficina un día después de clases. Era u
rogreso," comenzó, sonriendo cálida
s, prof
os. Solían ser tan buenos amigos... Sus calificaciones se han desplomado. Sus padres están deses
dad que se escondía detrás de la fachada de Carlos. En mi vida anterior, ha
o y
petuosa. "Carlos tomó sus propias decisiones. Ya no
recta, pero asintió lentamente. "Entiendo. Tienes ra
en alto. Mi camino estaba claro