Venganza de La Villana Incomprendida
as de consuelo que llegaban hasta la cocina como un veneno. Yo segu
eño vendaje en la mano y una expresión de víctima su
", dijo con voz gélida. "Pero no v
camente me arrastró hasta el comedor, donde ya había puest
nó Ricardo. "Y vas a
a Lorena a su derecha, muy cerca de él. Yo quedé al otro lado, aislada. La composici
repente Ricardo, sacando su teléfono
eándola con un brazo. Ella s
acércate
a formar parte
repitió, su vo
miseria. Justo cuando Ricardo iba a tomar la foto, movió el codo
, empapando mi blusa y mi falda. Solté un
ic
rfectamente, y yo, a un lado, con el rostro contraído en una mueca d
a. Luego me miró, y sus ojos estaban llenos de una fría s
uemaba la piel. Me levanté en silencio y subí las
staban comiendo el salmón que yo había preparad
seco", se quejó con un puchero. "Y
su tenedor
ré a Sofía que te prepare otra cosa. ¿Qué te ape
nunca me había dedicado. Cada palabra
o no estuviera allí, mis ojos se desviaron hacia
onces
o de sello de platino, discreto pero inconfundi
broche del collar, vi un pequeño dije. Era una réplica ex
joyas a juego. Un símbolo secreto de su unión, una que
ero. Esto era algo más profundo, más personal, más cruel. Estaban unido
e teatro macabra, y acababa de darme cuenta de que ni siquiera conocía a todos los actores ni el alcance total de la trama.