Lo Siento Hijo Mío
frío de la cerámica contra mi piel. Era todo lo que quedaba de mi hijo de seis años. A mi alrededor, los sollozos ahogados de mis suegros y algunos am
daba, se acercó y puso una mano sobre mi hombro. Su tac
ás bien? ¿Ne
hijo estaba muerto. Mi esposa había desaparecido en el mome
susurrando condolencias vacías. Me quedé inmóvil, mirando la pequeña lápida recién colocada. "
La encontré cerca de la salida, en un rincón apartado, hablando en voz baja con un hombre. Era Ricardo. Su "amor platónico" de la universidad, el tipo del que me habí
ría interrumpir, solo entender por qué él estaba aquí y ella no estaba
fin se acabó. Ya no hay
cardo era su
te muy valiente. Fue
i espalda. ¿Valiente? ¿Lo mejo
ja y cómplice, me go
e importaba todo ese drama del hospital. Y Leo... sinceramente, Ricardo, Leo fue
o llenó mis oídos. ¿Leo? ¿Un accidente? ¿Una ruina? Mi hijo, mi pequeño campeón
parte estab
abrazó por
mos estar juntos. El tratamiento en
oltó un
l médico el dinero suficiente para que firmara los papeles y lo hiciera parecer una complicación. No i
i mente se negó a procesarla. Eutanasia. Mi esposa no había llevado a nuestro hijo al e
es, voy a ser fuerte para que mamá esté feliz". Leo, dibujando un retrato de nuestra familia, con un sol gigante brillando sobLuchó hasta el final, creyendo en la mentira
ntinuar, su voz te
ntenido. Cree que porque trabaja en la empresa de mi familia tiene algún
su voz llena de f
con la nueva tecnología que voy a implementar en 'Be
ofía que estaba con e
eberías hablar así.
se b
ra tendrá más tiempo para sus 'proyectos inútile
scamente. La sonrisa de Sofía se congeló en su rostro al verme. En una fracción de segundo, su ex
scando. No podía soportar esta
brusco, como si su contacto quemara. Vi el destello de ira en sus o
ercó, extendi
me. Sofía me ha contado lo
, supe que mi vida, tal como la conocía, había terminado. La pregunta ya no era cómo superar el dolor de la mu
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