Prisionera
mi piel me despierta má
iera memorizar cada trazo de mi rostro, cada duda escri
por miedo o porque..
hilo de luz. Afuera sigue lloviendo, como si el mundo entero ta
con la yema de sus dedos
emblando
... o por mí -re
sa torcida que me de
res qu
es eso otra ve
no hay mar
le, hasta tomar mi mano. La lleva a su pecho. Está caliente. Fuerte.
esperaba encontrarse en esta situación, con este hombre. Su piel es dura, marcada. Tiene cicatrice
nclina y besa la base de mi cuello. Su boca
ración s
a sorprendente, él desliza
e cu
e es
sta
casi en un suspiro. Como
ferran a su espalda, como si necesi
era que lo tiene frente a él. Y luego me besa entre
Solo hambre. Solo necesidad. Solo este lenguaje nuevo que ning
ma. No con brutalida
domen. Me arqueo. Gimo bajo. Me odio por sentir. Pero no puedo evitarlo. Nunca lo he sentido a
su nombre por pri
n sus ojos. No me pregunta nada. Pero entiendo
e
e. Esta vez más pr
con cada roce, cada caricia, cada maldit
se une a mí,
Sino porque
ado in
iado
o contra
a mi cuerpo. Como si entendiera que esto no se trata
. Y no sé si es por dolor o por placer, pero lo
bell
nombre así..
e mañana -le digo, sintiéndome má
mo si me perdon
nta, en cada respiración compartida, en cada gemido que es
inal, él se queda quieto sob
tam
dice
argo... n
se
ez, siento que ambos estamos rotos... pero e
ñana nos
no signif
sta no
jeron todo lo que nuestras boc