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La posesión del mafioso

Capítulo 4 IRE CONTIGO

Palabras:1234    |    Actualizado en: 24/06/2025

H R

r era una

el pecho. Noah estaba sentado en el suelo de su apartamento, descalzo, una taza de café

bía d

n seg

cho de que la noche anterior, una maldita miri

los ojos

pretaba como un cintur

capado. Había fingido ser uno más. Un bartender más. Uno con tragos b

ti no era un cli

a amenaza

Uno que había explot

o si decirlo en voz alta fuer

mpre mantenía cerrado con llave. Dentro, una mochila militar y

el maldito "

apo

o en e

ra, antes de que ella supi

eflejo en el espejo lo

n una sonrisa torcida- es que e

a, con una camiseta suya y cara de sueñ

? -preguntó, sin

por un

, intentando no

sa algo

m

Tan fuera del

su culpa. Que alguien la había tenido en l

días fuera de la ciudad. Ya sabes, despejar la mente. H

el ceño, pero

rométeme qu

no co

cercó y l

o si fuera l

a dar un paso más, su ce

e desc

m. No faltes. O ella pagará

rpo se

mensaje

init

marcaba

a desde la cocina-

éfono parecía a

una jaula s

mochila sobre el sofá

fácil, ¿cie

al baño. Se

una camis

rumbo al

rita en una reunión familiar. Mármol brillante, puertas giratorias, empleados con trajes i

nt

sabía.

azar. Era un cazador, y los hotele

epción, tratando de controlar la rigidez de sus hombros. Cada

ra tarde

iró sin sorpresa, com

vada del ala este -dijo

el sonido de sus pasos, pero no

se momento? ¿Y si solo

esto era

ombres lo esperaban al final del pasillo. Ropa form

n sin decir

nue luz dorada. Una gran ventana mostraba

e Va

a victoriosa. Con una copa en la mano y esa media sonrisa que lograba d

de las dos cosa

sin levantarse-. Sabía

edó de pie

e está

la cabeza,

Valenti, qué gusto verte después de que cas

e. Est

el bolsillo interior de su chaqueta

ecía nerviosa. No parecía saber que alguien la seguía. Un puntero láser rojo

misma calma con la

distancia. Si le doy la orden..

retó lo

maldito

-replicó Dante, poniéndose de pie-. Lo que pasó en tu ba

Cada paso sonaba

agallas. Tienes rabia contenid

s, el cuerpo hirviendo

ese mundo. No soy

e so

que tu pulso

Lara volvió a aparecer. Esta vez, alguien

irador aju

sintió e

nstinto letal. El código que nu

n la voz grave y rot

ca, con la mirada clavada en él-. Vine a darte una elección: me

ragó s

vez en años,

por

r e

z de hacer... si lo

maldito jue

eres un arma demasiado valiosa como

mbos. Solo el zumbido del aire

es Noa

la en

es u

erró l

sin

s abrió, ya no

da era d

como si acabara de gana

o de nuevo

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