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Un gran anal en Italia

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Capítulo 1 En la casa del rico pervertido

Palabras:1095    |    Actualizado en: 22/06/2025

. Tras terminar la facultad de pedagogía, nos costaba imaginar qué hacer después. ¿Volver a casa

– dijo Kristina, mirando tristemente su taza de café. –

ente sus deseos. – Pero, ¿cómo lograrlo? Encontrar trabajo en el e

njero sin experiencia ni contactos era casi imposible. Pero ten

rnet? – propuso Kristina. – Qui

e búsqueda. Al cabo de un rato dimos con un anuncio: una agencia d

la pantalla del portátil. – ¡Fíjate bien! ¡Busca

eno. Pero luego comprobamos nuestros datos frente a l

ún insegura. – Aunque... seguro que buscan

¿Por qué seríamos peores? ¡Probémoslo

nviamos. Todo sucedió tan rápido que apenas pude asimilar que

amos olvidado nuestro mensaje, sonó el

aría invitarlas a trabajar con nosotros. Estamos dispuestos a

s miradas de asombro. ¡La a

ije emocionada después de

? – de pronto se inquietó Kristina. – No conocem

era, que vive en esa misma ciudad. Él era adinerado y, aunque

rí. – ¿Por qué no inte

ablaban, y su familia, muy adinerada, vivía en otro país, alejada de los asuntos

portante. Casi no hablamos, y no sé si aceptará acogernos. Deberí

rles que hablaran con Valera. Al día siguiente, ella lla

unicó Kristina al regresar. – Pero todo de

. Cada vez que sonaba el teléfono, el corazón se nos aceleraba

asi gritó Kristina al auric

o de alivio y lue

a al principio, hasta que encontremos algo. Bueno, no le entusiasmó que fuéra

íamos solas a lo desconocido: contábamos con el ap

mular el nerviosismo. – ¡Parece

amos de los documentos, empacábamos la maleta y discutíamos cada detall

, abrazando a su hija y dándole sus últimas recomendaciones; mi madre me apretab

mi madre cuando Kristina

bien – contesté, intentando mostrarme va

amos con alegría. Estábamos al borde de una n

en nuestros asientos. – ¡Vamos a otro país, a otra ciudad

ba con un ligero temor a lo desconocido. Pero

de futuro. Soñábamos con nuestras sesiones en la agencia de mode

ba Valera. Era un joven alto, de unos treinta años, con mirada segura y gesto serio. Vest

jo al acercarnos. –

intentando disimular los nervios. –

muy bien por qué queréis esto. Trabajar en una agencia de modelos es algo serio. ¿Estáis seguras de que queréis dedicaros a eso?Kristi

o nuestras maletas. – He preparado un

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