El pecado de Afrodita (Ceo, amor, pasión, erótico, millonario CEO)
ÍTU
pio jugo y el ruido del agua correr de la canilla me hizo poner en estado de alerta. Mis manos entumecidas
mencé a escuchar extraños pasos por la
guien en
sino serial. Tomé un paraguas cerrado que estaba en la esquina de mi habitación. Mis
amanecido y no me tomé la mol
y la muy hija de perra me delató por la falta de aceite en los tornillos de la misma, soltan
sartén. Tenía una sudadera con capucha oscura apretada a su cuerpo, haciendo que sus músculos se aferraran
podría pelear contra
y qué haces en mi coc
golpe en la nuca. El hombre se dio la vu
gran...er
o-soltó, levantando las manos en son de paz
ula que n
ta. Alto, cabello pelirrojo oscuro, y unos ojos color caramelo fascinante, que ten
rruinaste todo! -carraspeé, recordand
daba exactamente a la tuya ¿Qué suponías que hicier
mientras les daba vuelt
tás delgada, y cuando dormías te rugía el es
par de veces
a molestia de cocinar algo que no estaba en mi heladera y qu
e suicides y que yo cargue l
idir si voy a morir o no! No
de una forma tan brusca e inesperada qué ambos
aquel hombre que parecía estar cada vez más c
lcularlo co
¡No! Al ver qué la cerradura se encontraba destroz
de las lágrimas-No tengo dinero para reparar
que tenía en aquel m
se está por suicidar ¿puedo detenerla? -pone los ojos en blanco mientras servía de
ntiendo que aquella batalla la había ganado el hambre, me senté de mala manera en la silla, mientras aquel desconocido se enc
levándose el vaso del jugo de naranj
ma
l, genial. Más personas para que aquel ent
arde o temprano se marcharía de la ca
un nombre como el
una chica desearía escuchar en
entario positivo. Le daba interés a algo ordinar
arme todo lo que él había hecho por una
anta un gemido tan intenso que el hombre levantó la mirada con los
sintiendo como mis mejil
untó, entre sorprendido y a la vez con un
o. No es a
a de papel sobre la mesa y fro
ntiendo por qué estás tan delgada, tus brazos es
preguntándome a mí misma por qué él seguía en la casa-. Al menos dime tu nombre. Interrumpes
mientras se limpiaba las migas d
Un gusto haberte s
de esperar a ser estrechada. Le correspon
edí ser
cerrado la
isc
mar la atención de los vecinos
te que se me ha e
u lógica. Debía admitir q
querías
azo de tocino. No espera
a respon
tenerte vigilada para que no vuelvas a atentar cont
desayuno en silencio y llevé los trastes al lavadero mientras a
bo, me crucé de brazos
a-soltó, con aire distraído y sin m
eo que la poli
ersonas que sean especialistas
bas de que eso
ueba suficiente. -contratacó, s
ro, pensando qué hacer con ese tal James que había
o de jugo antes de llevar los trastes sucios al lavabo.
ia a la cual llamar en caso de q
e te preocupes por
nformación perso
cesitas. Perdón, quise decir, necesitas de alguien y creo que
qué fue el destino o a
y lo que vi ayer fue la
omo si intentara de descifrar q
has salid
e y se mordió el
ónde saliste,
e atentara contra mi vida. Apenas me dirigía la palabra, ya que la mayoría de las veces tenía el celular pegado a la oreja, hablando con alguien sobre negocios y futuras inversiones.
e dar órdenes a otras personas.
James merodeaba por la casa, parloteando con otra persona detrás del celular. No sabía por qué segu
a puerta y le p
or un par de toallas para ti y ropa para cuand
ue esto no es nece
seas negadora con
jor si te march
ltado. Fue directo hacia la única cajonera que tenía en la habitación y comenzó a revisar
no toqu
y le saqué de un tirón la prenda,
e visto la misma braga a una chica con la que me acosté ha
de las bragas que van pasando por tu vid
interesante d
ntrar a mi casa a u
etendo acosar a u
vo asu
cogió la ropa que creyó adecuada que usara. Ropa cómoda gracias a
estará esperando con ansias. Mis manos son tan mágicas que te sorpr
jabonarme el cuerpo con gran pesar. Seguía teniendo un enorme malestar en el
n días cuando decidan ver qué ocurre que no he salido del apartamento y por qué hay un olor a putr
persona cuya intención era ayudarme. No sabía exactamente qué ocurriría si él s
s, atraje mis piernas hacia ellos y me abracé la
to. Si lo hacía, estaba sentenciada al frac
odo marc
me sobresaltó, dándome cuenta de que ya
lgo. No te
para mí. Me miré al espejo, tratando de entender qué haría con mi vida si no tenía trabajo, estabi
rubio que parecía tener canas, un par de veces me había dado el gusto de poder oscurecerlo para no parec
era estar mu
remera de tiras en los hombros oscura, tratando de e
lo y las palabras "todo estará bien", vinieron a mi mente
orneada con papas rebajadas y fritas,
ue lo primero que le pregunté al ver lo que había preparado
ertos a cada costado de los platos
todo lo que sea necesario. No pretendo que me devuelv
una cita?
a sobre la mesa mientras me sentaba, obse
a tanto le echaba un breve vistazo y lo encontraba mirándome, per
ienes? -me atrev
inta
ojos, sor
es más
tás buscando algo significado para seguir viviendo. A veces, jugar a ser una persona fuerte ya no resu
inuev
os números mencionados. Él me miró como si
n pequeña -se remueve e
d, no soy pequeña
ado. Siento mucho si te estoy incomodando estando
a. Él se llevó la sorpresa de aquel contacto
ta sinceridad que se me quebró la voz. Retiré mi mano y me llevé la comida a la
olviendo a tomar sus cubier
ba de un mensaje de texto. Se toma su momento e
uiera darme una explicación
te para que seas sólo por est