Una Novia Rendida del CEO
ítu
cuerpo, pero a pesar de eso, la tensión en su mente parecía inquebrantable. Cada vez que inte
sumía de una forma que no podía explicar, com
o la incomodidad de su amiga, pero Na
te", respondió Natasha, forzando una
todo lo que Natasha siempre había imaginado que un hombre como él desearía. Cabello perfecto, maquillaje impecable y ese cuerpo... ¿Cómo podría
celos. Era la sensación de que, al verlos juntos, presenciaba algo que
lidad era que su presencia la quemaba por dentro, y la mujer a su lado solo avivaba esa llama. Con cada palabra que decía, con cada sonrisa que
cara, una mezcla de alcohol, deseo, frustración y celos. Ya no
preguntó, con la preocup
su amiga. Solo quería salir de allí, escapa
minuto", murmuró Natasha,
artaba de la mesa. Se dirigió al baño, sintiendo que la mirada de él la seguía al
sonrojada y los ojos brillantes. Respiró hondo, intentando calmar su corazón acelerado. "¿
el tipo de hombre que dominaba su espacio, que hacía que todos a su alrededor se sintieran insignificant
a la mesa, antes de que su amiga se di
atasha salió del baño y regresó a la mesa. Max seg
regresaba con toda su fuerza. Pero esta vez, Natasha sabía que tenía que lid
ntarse y le
ntentando sonar despreocupada, pero sabiendo que
*
la pelirroja del sexy vestido negro
Ma
intivamente sin apart
pelirroja a la
pero mantuvo la compostura. Miró a Caterina, que lo observaba con curiosidad.
intentando restarle importan
ocía a Max lo suficiente como para
¿O tal vez de la oficina? -Sonrió, p
der sobre él que ninguna otra mujer había ejercido en años. No era solo su apariencia física, a
to -insistió, intentando
onces, no pudo e
n la visión de Natasha, como un hombre sediento que
vaba, incluso sin quererlo, fijándose en cada detalle: cómo su cabello rojo caía en suaves ondas sobre sus hombros, cómo
do?" La voz de Caterina
omáticamente, sin saber ex
piró, cruzan
to, libraba una batalla interna. Una parte de él le decía que debía apartar esos pensamientos, recordar las reglas que había establecido para su empresa. Per
situación. "Tengo mucho en qué pensar, el trabajo es complicado
Pero si necesitas
ón, pero al mismo tiempo consciente de que
algo en ella que lo desarmaba, y que lo asustaba tanto como lo fascinaba. Sabía que si seguía en esa dirección, po
ntos que empezaban a apoderarse de su mente de nu