Una Novia Rendida del CEO
ítu
añana inusual. La voz de Alice, su secretaria, resonó en la habitación, pero no pudo concentrarse
tió Alice, al notar
ndo a la realidad po
lgo distante. "Llama a Arthur. Dile que
r ejecutivo no solía llamar a modelos a su ofici
, respondió Alice, aunque
ro, imposible de olvidar. Cuando Alice regresó, le informó que Arthur había dicho que la modelo ya había sido contratada y liberada de la prueba. Max sintió una opresión en el pecho, frustrado por tener que esperar. "De acuerdo, Alice. Puedes irte", dijo, disimulando su impaciencia. En cuanto se cerró la puerta, Max se pasó los dedos por el pelo, intentando recomponerse. Ahora, no tenía más remedio que esperar. Las horas que lo separaban de volver a verla parecían int
a, p
el, su hijo de 25 años, sonrió alivia
. ¿Viniste
y pensé en inv
ndió Max, agarrando su tra
staba pensando en pasar unos días en Las Vegas. Le preguntó si su padre l
iga", bromeó Max, intentando introducir un tema más serio
ue me aten. Ya tengo muchas m
do por la perspectiva
eso, Daniel. Fui muy
e, pero el recuerdo de la familia unida y feliz antes de su muerte lo golpeó con fuerza. Par
*
u. Entró en el lujoso baño del hotel y comenzó a llenar la bañera con agua caliente y fragancias relajantes. En cuanto la
s brazos y las piernas, aplicando el jabón perfumado que la dejaba suave y perfu
r fantasías. Era una mujer fuerte que había trabajado duro para llegar hasta donde estaba. Pero al pensar en el misterioso hombre que había conocido en la empresa, sus pensamientos se volvieron inco
ir del hotel en coche. Se saludaron con un
reado, ¿eh?", dijo Lu con una s
intentando apartar sus pensamientos sobre el "guapo anci
n gran ventanal con vistas a la ciudad iluminada. Mien
no", acompañado de una elegante mujer. Iba impecable con su traje oscuro, y su mirada segur
u, notando el cambio en
ró Natasha, intentando no
ante, que caminaba a su lado con la misma seguridad. Parecían estar enfrascados en una conversación í
aste?", preguntó Lu, sin poder ocult
subía a sus mejillas. "Y la mujer que lo acompaña... no
Natasha hizo un esfuerzo por no mirarlos demasiado. El destino parecía jugar con
nto dado, sus miradas se cruzaron. Fue solo un segundo, pero fue suficiente para que Natasha sintiera una oleada de electricidad recorrer su cuerpo. Max, a su
traída e intentó aliviar la te
, ¿eh?", dijo Lu, levantando l
ando volver al presente y no pensar en el h
ndo su piel aún más suave al tacto. Eligió un vestido que realzaba sus curvas sin ser excesivo, algo que l
a buscar a Lu. Sabía que esta cena era más que una simple cit