Una Esposa Invisible

o 4 Pri

. se convertiría en mi todo en tan poco tiempo. Y sin embargo, allí estáb

ción de una llamada, una negociación fallida o una junta que lo sacaba de qu

mirándome como si el mundo no existi

u boca tomaba la mía, sentía que el corazón se me partía en dos. Porque

masiado. Luego en su oficina, cuando cerraba la pue

usurró un día, con la voz quebr

té, sintiéndome valiente aunque p

, con una mezcla

e puedes deci

Pero tampoco puedes tratarme

n fuerza. Alzó mi ros

ué si

o -co

encio. El aire ent

in. Pero en vez de alej

rsonal se había ido y solo quedábamos él y yo. Yo acomod

tiemblas?

tiem

-se acerc

esajustada, su camisa blanca remangada. Leon nunca se veía

o no me importa -dijo-. No puedo s

-le respondí. Fue un s

o los míos con urgencia. Era más que un beso. Era

-murmuró contra mi cuello-

tramelo -le pe

os y me sentó sobre su escritorio. Su boca recorría mi cuello, mi claví

vez -susurró co

r. No había nadie antes. N

ue te d

-supliqué-.

mo si cada botón que desabrochaba fuera una promesa de algo más. Se

aleria -dijo con

deseo. Yo temblaba, pero no de miedo. Era pura anticipación. Sus dedos encontraron la

iente sobre mi piel. Cada beso era una c

de todo lo malo -me promet

is manos se aferr

o h

me calmó cuando el cuerpo me traicionó con el miedo. Me habló al oído, me

ran grabarse en mi piel para siempre. El calor entre nosotros era in

se inclinó y me

rgada de emoción-. No sabes lo que me haces s

Sus palabras me atravesaron el pecho

rada desafiante... no he podido dejar de im

n mi cintura, como si te

l lóbulo de la oreja, haciéndome gemir bajito-. Pero me detuve

ncapaz de responder. No hací

mi primer pecado... y el único que es

i cuello y luego

soy el primero. Dímelo y

é, apenas audible-. Y ya

te suelto. N

erpo supiera exactamente cómo tocarme. Y yo, que jamás había estad

ntró por completo en mí-

o de placer se mezclaba co

e momento nos ataba, nos unía en

o sobre mí, respirando agitado. Mi cuer

guntó, bajando una

mis ojos se llen

ale

lo arruines con culpa. N

pero algo en su mira

ponerme la ropa. Él se quedó s

a las cosas?

e entraste por esa pu

atrás. Y supe, en el fondo,