La elegida del millonario

el futuro, llenos de una mezcla de nostalgia y esperanza. Su enfermedad había definido cada momento de su vida. Recordó las noches en las que apenas po

mente ser independiente, devolverle a su madre un poco de todo lo que ella había dado

pre antes de una cirugía importante. Le hizo una leve inclinación de cabeza, preguntá

ó, con determinación

sentía pesado, pero había algo diferente: su pecho, aunque adolorido, latía con una fu

evando consigo un estetoscopio y una tableta. Le hizo una revisi

ando bien el corazón -dijo con una so

a, con lágrimas comenzand

doctor.

ella todo el tiempo, le tomó la mano, s

zo, mi amor. Estoy

o. Por un instante, una profunda nostalgia la invadió. Su antiguo corazón, aunque débil y limitado, ha

resión de su hija, s

esitas recuperar fuerzas -dijo, a

acias -respondió Mia

relajarse y descansar, pero algo captó su atención. Desde la esquina de su visión, notó una

oscuro impecable, y su porte era firme, casi intimidante. Su mirada estaba fija

xtraña, como si su sola presencia trajera consigo respuestas que no estab

en la habitación. Cuando cruzó el umbral, sus pasos eran firmes pero tranquilos, y su mirada penetrante parecía examinarla de una forma que le

ndo de mantener su voz firme, aunque su co

mente la cabeza, sus ojo

voz profunda y cargada de un t

inquietaba, como si sus palabras no fueran solo una conversa

stuvo la

ara. Se tocó el pecho nuevamente, como si necesita

peraré pronto -respondió con caut

ia frunciera el ceño. No era solo lo que preguntaba, sino cómo lo hacía,

fectos de la anestesia o tal vez su agotamiento la hacía int

puedo ayudarle en nada

se sentó en el asiento junto a la cama, lo que hizo que Mia se sobresaltara ligeram

mas? -pregunt

gura de por qué sentía la necesid

M

a una sonrisa cálida. Era una expresión calcu

ombre. ¿Y cuáles

seguía siendo un completo extraño. Al mismo tiempo, algo en su mirada intensa y su rostr

to. Su vida había estado tan centrada en sobrevivir que nun

gestos. Mia sintió un leve calor en las mejillas, incapaz de decidir si era por el impacto d

eguro hay algo que deseas ahora q

sinuar que sabía más de lo que ella entendía. Pero antes de que pudiera responder, una