Dueño de todo, menos de ti
el tiempo no hubiera pasado, como si todo aquello que había quedado enterrado bajo capas de silencio y olvido se desenterrara al instante. Claudia, que había
tre ellos, ella seguía siendo una figura importante en su vida. Y aunque la rabia, el resentimiento y el dolor por su partid
la voz de Tomás salió más te
habían cautivado años atrás. Su expresión era seria, pero había algo
a suave, pero estaba cargada de urgenc
er su curiosidad y angust
o reflejaba la preocupación por la situació
ada de Mariana y se
ontinuar-. Mariana fue parte de mi vida en el pasado, pero eso
abras. Tomás pudo ver en sus ojos cómo la herida, que él había pe
sitas de mí, Mariana, per
na lo interrumpió con firmeza-. Solo quiero que s
no podía controlar lo invadió. Había algo en la mirada de Mariana que lo hacía sentir incómodo. A
iera luchado con sus propios
-Su voz vaciló, pero la seriedad de sus pal
la magnitud de lo que acababa de escuchar. Era como si el mundo entero se hubiera detenido, como
ra y el dolor comenzaron a mezclar los sentimientos en su interior. En su
que logró decir Cla
aber cómo reaccionar. ¿Era posible que lo que acababa de e
nte logró articular, su voz sonando rasposa,
sado, pero ahora no había lugar para la seducción ni las promesas vacías. E
s es que no es solo tuyo el futuro. -Tomás abrió la boca, pero ella lo detuvo-. No vine aquí para hacerte
a como si fuera un extraño, como si no lo conociera en absolut
tiempo? -La voz de Tomás estaba quebrada. Sabía que debía enfrentar
y la pena y la resolución
ue parecía un reproche antiguo-. Y yo también te dejé ir. No quise complicar las cosas. Pero ah
n ese preciso momento, se estaba convirtiendo en una amenaza para su futuro. La incredulidad se mezclaba con el dolor. No podía creer
oportando la tensión que llenaba la habitación. Su corazón latía de
las decisiones que no podía retroceder. Sabía que su vida había dado un giro irreversibl
dad. Su vida había cambiado en ese instante. La re
ción no solo le dolía a ella, sino a su hijo, a su vida, a todo lo que pensaba que conocía de To
oz vaciló entre la tristeza y la rabia-. ¿Quién eres realmente,
palabras, pero sabiendo que el futuro que se p