Mi querido doctor

la, de cabello rubio y cuerpo exuberante, de ojos verdes, se vest

verla, sin embargo

res meses que no me llamas, ocurre algo. -Note que miraba a

un contrato y ese se acabo y tu sabes la razón, no quiero saber nada de ti,

e que nos volvamos a divertir, sabes que nadie ni si quiera esta insípida oficinista llenara mis zapatos. - Mientras decía esas palabras miro a Sofia d

ualquier otra lo puede aprender, incluso mejor. -Mientras decía esto último hale a Sofia y pase

solté bruscamente a Sofia y no me di cuenta, hasta que oí un sollozo detrás de mí, ento

o. -mis emociones, estaban en una montaña

a, quiero saber quien era

y se acabo antes, pronto te contare sobre el contrato. -Mientras le decía eso baje la cara, porque no que

listo nos subimos, y salimos rumbo a su

Sofia a casa, Yohana, estaba habland

la misma tocando su rostro con su índice, mientras miraba por la ventana como una hiena, -no voy a dejar que se quede con Scott

e quitara la mitad de tu fortuna. -Yohana se giro y le hizo una mirada endemoniada, como señal de advertencia. -o

s cruzados, con miles de

ivo, por las palabras de Yohana, sabia bien qu

ntos de Yohana y mantenme al tanto de tod

ir al hospital, de rep

do de María, -sentí temor al escuchar su

sucede. -dij

la señora María falleció, e

, ya voy

o, me acerque y toque el timbre. Rosa me abrió la puerta y me miro con cara muy triste, vi que detrás de ella, sen

nia tuvo que darle un tranquilizante, el abogado está gestiona

e Sofia, vi que sus ojos estaban

as de Sofia en las maletas que tengo en mi c

es muy pronto,

uiera estar así de desolada, es mejor que despierte en mi casa y no aquí para saber que va a perder

solo podía esperar a que despertará. L

án listas en el carro,

Rosa que q

des unos días mientra

ste pendiente de mi casa, trabajo mucho casi no estoy allí,

subí al auto me despedí de Tania y Carolaine

s tristes por el retrovisor, María duro muy poco, y

yo la subí en mis brazos, al llegar a mi pent-house, vi a Yohana, ella me miro con ira, yo segu

mento George también estaba en la puerta esperando a que yo le abriera, abrí la puerta, deje entrar a George, y detuve a Yohana, sost

sientes con derecho a entra

te voy a permitir que metas a esa perra a nuestro

ees que tienes algún derecho sobre mí, es mi casa, y es mi problema quien entra y quien no y tu no ere

cieron, y ella ap

y ese día te quedaras solo y vendrás arro

prefiero morirme que volver a tener algún contrato

re de superioridad, solo pude sentir lastima por ell