El Guardián de la Sangre Prohibida
ison Col
bitual sarcasmo, nos condujo hacia el interior mientras comentaba: -No se hagan ilusiones -dijo él con
eritivo. El verdadero golpe vino cuando
o una alfombra descuidada. El olor... una mezcla agria de humedad y desperdicio
dulidad y la risa peleando
cla de agobio y resignación, como si todo lo
la carga se hubiera duplicado solo por estar allí. Cer
ejé escapar un suspiro largo, profundo, como si con él pudiera exhalar toda
anos en los bolsillos, esa media sonrisa clava
a sonrisa que esperaba fuera más divertida q
o si el caos a nuestro alrededor no fuera una responsab
zca de verdadero remordimiento-. Supong
s dimos
única puer
n mi cuarto. El
a en mejores condiciones que el resto del apartamento Charlotte soltó una carcajada que no pude evita
d? -murmuró Charlotte, con
í la
harlotte, tratando de tomar
er algunas sábanas limp
en una posición tan extraña que no pude evitar sonreír. Parecía un gatito acurrucado de un
y una sensación de incomodidad me invadió. Nunca había sido fan de Ema,
? -pregunté, inten
mma con su habitual tono seco, como
había dado ni dos pasos cuando lo vi aparecer luchando po
el agotamiento que sentía. Ethan, en su torpeza dejó caer al
xclamó, casi