LA MUJER DE MI HERMANO
cámara con manos firmes, aunque por dentro sentía que algo se desmoronaba. El viento le revolvía el
do y le quitó más de lo que estaba dispuesta a admitir. Y ahora, ahí estaba: en un rincón del mundo donde nadie
Le habían pedido una serie de fotografías para promocionar la nueva línea de inversión e
z grave y con acento ital
un instante,
de hombros anchos, mirada de acero y expresión contenida. Había poder en su forma de caminar.
rli. -Extendió la m
por el brazo. Firme. Dominante. Como si su apret
de emoción-. Espero profesionalismo.
Nadie le hablaba así.
ra. Vine a trabajar. -respon
chispa bailó en los labios de Leon
la cena. -Y sin espera
ez en mucho tiempo, su corazón, tan acostu
tuviera a punto
e a