AMOR CON ODIO
Punto d
a talla más pequeña y tenía colores muy chocantes por todas partes, completamente inapropiados para un entorno corporativo. Si esto no molestaba a los hermanos Hush, seguramente lo haría mi pelo color lavanda. Y si nada de eso funcionaba, el hecho de que no tuviera e
y en persona, pude ver por qué tenía tanto éxito con las mujeres y se había ganado esa reputación. Era un hombre grande con hombros anchos. Incluso debajo de su traje, había algo en él que
hico rubio del sur de California, de ojos azules y bonitos, el pelo rubio de Gerard tenía un matiz rojizo y
de todo fue que me divirtió e incluso me excitó. Pero, por muy divertido que fuese discutir verbalmente con Gerard, tenía mejores cosas que hacer con mi tiempo. Sobre todo, porque lo que buscaba en un artista era algo tan poco inspira
tido que fuera, probablemente no sería buena idea qu
esperaba que el ascensor llegara a mi piso-. Por
ros
tía ofendido, pero el agudo brillo de sus ojo
de ti. Comparada con tu herm
r una rápid
o pareces tener entre estas paredes sofocadas y aburridas de Hush
izá este juego fuera eso: la última palabra. Quería ganar este juego, así que busqué en mi cerebro cuál podría se
bre inmenso, no solo en tamaño, sino también en presenc
que soy? ¿O se trata solo de alguien que
lar, Gerard. Tienes la libido de un chico de dieciséis años guiñando el ojo al porno de Internet. -Luego, por si acaso, añadí-. Si eres tan bueno en la cama como tu
s al nivel del garaje-. Es una pena que solo la uses para soltar semejante
Todo esto era para presionarnos el uno al otro. No tenía claro por qué a ninguno de los dos le importaba tanto, exc
guntas ingeniosas? -pregunt
cionada de que te hayas rebajado a la insinuación sex
en su rostro se debía más a la vergüenza que sentía por hasta dónde habí
hacía o decía, lo sentí. La excitación. La anticipación. Y esa debió de ser la razón por la que hice lo que hice. Me acerqué, agarré su corbata y lo atraje hacia mí, presionando mis labios contra los suyos. Sería la última palabra. Pero cuando mis labios tocaron
n para dejarlo entrar. Y fue entonces cuando todos los fuegos artificiales comenzaron a estallar, n
ice. Separé los labios y me aparté. Me subí a mi carro y no lo miré ni una sola vez mientras arrancaba el motor y salía del aparcamiento.
bía olvidado casi tan pronto como había ocurrido. Sin duda, estaba buscando su próxima conquista. A los hombres como Gerard Hush no les gustaban las mujeres como yo. Era como un hombre de las cavernas que quería una mujer
s, y utilicé una cinta para apartarme el pelo de la cara. Luego, me fui a mi estudio para trabajar. La palabra «estudio» no es muy precisa
ntre manos, aparté todo lo demás y me sumergí e
iempo. Solo volví en mí cuando llamaron a la puerta. Tr
ué a la puerta, la abrí y me sorprendió ver a Katy al
linda's. Pensé que podríamos
que había sido. Pero abrí la puerta para dejarla entrar y cogí el ponqué cuando pasó por mi lado.
a del estudio para ve
á quedando
a la cocina-. ¿Quieres un
de vino es
aquí las dos y a menudo comíamos juntos. También mantuvimos algunas conversacio
dos copas y servía vino blanco frío en ellas. Ll
contar. Excepto
runcieron y la
s decir con
cuenta o no, pero Ge
qué hi
fatizar mis palabras. ¿Por qué asumía qu
dijo, cogiendo su copa
a, y así fue. Me mostró parte del trabajo que ya habían empezado en la campaña y luego me pregu
razón por la que estabas allí era
é boqui
puedo creer que alguno de los dos de verda
r a Gerard, podrías haber sugerido
para mantener mis sentimientos herido
rdedora y alguien sin talento porque no estaba vendiendo nada de mi trabajo. Y luego, básicamente
lo inapropiado del comentario de Gerard. Bajó la mirada
cámaras de seguridad. Andi estaba abajo haciendo comprobaciones
e poner los oj
do. ¿No captaron sus cámaras el audio? Ese beso fue solo para desor
su copa
eces puede parecer una b
n p
ó con
piensan. Se necesitan dos para bailar un tango, como dicen. Lo más importante es considerar que este tr
e eso se trata todo esto, ¿no? -Me levanté y llevé m
en absoluto
n la encimera de la esquina m
de hacerlo. Ya se me ocurrirá algo. No
puso d
veces en la vida tienes que hacer cosas que no quieres
ivir de mi arte? ¿Es eso lo que estás diciendo? ¿Tengo que
ó con la
ga fin. La verdad es que estarías trabajando en un área diferente con un
seguro que me vigilaría como un halcón para asegurarse d
he dicho sobre el trabajo y en que po
sin poder atreverme a
de empleo, pensando que seguro que había una opción mejor para mí que ir a trabajar a Hush Incorporated. Pero, entonces,
ontrar algo que me permitiera vivir de forma autosuficient
reality show me quitara la imagen de Gerard de la cabeza. O, para ser más
a, Gerard se había metido en mi piel. No podía quitármelo de la cabeza. Era exasperant