Enamorada de mi Primo
na, quien seguía con los ojos cerrados y parecía un pobre animal asustado y luego respondió la llamada
ue pudo llamarle. Entró a su habitación dedicándose a responder más llamadas
í fue, en menos de lo que creyó, la casa de sus padres ya estaba llena de personas que bailaban, bebían y se divert
sí es. No quiero jugar a la niña inocente y fingir que no se c
ien ya tenia unas copas de más, ocho latas de cerveza par
de los demás presentes se mezclaba con la música electrónica. Sintió como la mano de la rubia se i
de zorra, preciosa ―mascul
ercándose a sus labios rojos con la inte
roces húmedos y violentos de una duración de tres fogosos minu
buscando un
tar más, tan débil eres? Te
re, mientras sentía cómo el calor punzaba
sica pulsaba en el ambiente, y el agua que los rodeaba añadía un toque sensual a la atmósfer
jo mientras sonreía juguetonamente. Se separaron por un instante, dejando que el
ante. Había algo en ella que no dejaba ser dominad
estaba dispuesto a aprovechar cada momen
rió Fany, con una sonrisa traviesa. Tomó la mano de Dan
ada y observó al chico quien se q
―Fany no supo como reaccionar, algo le decía que
etestaba cuando las mujer se lanzaban a él, tan desesperadas, le hacían perder por completo el interés.
rlo. La música resonaba en sus oídos mientras se dirigía hacia la mesa de bebidas
n. No era ajeno a la atención que atraía, y le gustaba jugar con ello. Se movía con confianza por la fiesta
te divagaba entre pensamientos fugaces y la intensidad de la fiesta que se desplegaba a su
ás de la cuenta y eso le hacía sentirse jodidamente libre. La mú
odida mansión, en un maldito club nocturno y no pudo evitar carcajearse a lo grande, m
y el lugar era casi ajeno al ruido de afuera, aunque había aún algunas luces que estaban encendidas. Como la de la cocina. Se
n el pasadizo; algo que tenía una bandeja de comida sobre s
dudar, el chico se dirigió hacia ella y la agarró bruscamente del brazo, arra
a acorraló entre su cuerpo y la pared, disfrutando de la sensación de poder y control. Serena,
volvía más agresivo y dominante. No pensaba en las consecuencias, solo se dejaba llevar por sus impulsos. Todos los invitados
r más hermosa y eso hizo
ojos, así que solo atinó a soltar una breve carcajada, mientras escuchaba sus
ena, todavía no
a colarse por la casa golpeaba en todo el cuerpo a Daniel y su cam
ca simplemente no se
s oscuros ojos se centraban en esos labios rojos y
ras no podía alejar su atención de la boca de
ejara, Daniel ignoraba sus súplicas, disfrutando de su posición de control. La risa de Daniel resonaba en la atmósfera cargada de la mansión, sumergida e
Daniel, manifestándose en su capacidad para mantenerse despie
ue sus palabras sonaban más desvanecidas, afectadas por el alcohol y
nublaba. Intentó mantenerse en pie, pero su cuerpo cedía ante la e
ue aparecían borrosos y cerrados, con rastros de lágrimas. Su c
vista en cuestión de segundos. Con la mano sobre los ojos, trató de calmar la confusión que se ap
le daba vueltas de manera descontrolada. El ruido de la fiesta fuera de contro
ientras miraba el espacio vacío donde Serena había estado momentos antes―. ¿Por qué
en el brazo. La rubia lo observó con la mirada encendida y una pícara sonrisa en los
Yo te estoy esperando donde
e ladeaba hacia un lado. El puto mundo estaba c
la rubia con ímpetu del cabello y sus lenguas empezar
e Serena se filtraron en la conciencia de Daniel. En medio de la pasión y el caos, al
ró Fany en la boca de Daniel,
tamento, tú eres la m
os brazos de la rubia parecían
ién empezaba y estaba seguro