Enamorada de mi Primo
como si no fuéramos nada, cómo te
iversión a la sorpresa al notar la ev
ir. Cada vez temblando con más potencia. Finalmente, observó sus ojos y el aspecto del rostro del seductivo playboy cambió enseguida
lgo, pero fue detenido por
nde te has me
salir corriendo con las manos sobre el rostro, ahogando sollozos. Daniel maldijo entre die
l número de la rubia que es
ba opción a respuesta subiendo las escaleras c
empleada? ¡Era increíble! Había perdido su "polvo de una noche" y ahora tendría que dormir sin haber follado
.
o bien, jo
su cuerpo, abandonando su cabello para deslizarse por s
entras su cabello oscuro se encargaba de humedecer su rostro y parte de la camiseta bla
e las metió a la boca, bebiendo luego
un respiro después de las recientes tensiones. Aunque su naturaleza despreocupada y juguetona
se disponía a limpiar parte de la sa
su labor sin mir
añana y su hermana también, aunqu
ersonal? No veo a nadie, ¿
l fin de semana libre, joven Reed. S
odos sus nuevos mensajes. Había cincuenta mensaje
oviendo sus dedos en la
ampoco quiso marcharse, porque no conoce a nad
í que ella se había quedad
con voz calmada, enviando unos diez me
os, joven, usted es m
sí lo habí
zó un cubo de hielo del vaso hasta s
a está aqu
la veo mucho por aquí, ¿solo se
r lo sucedido el día anterior. El hielo pu
también... ahora está orden
irando sus músculos todo lo posible-. Sabe, voy a h
abandonó el comedor, rumbo a su dormitorio. Podría irse de la casa, desaparecerse todo
ente, así que era mejor esperar que el re
-bebida, no tardarían en llegar a alborotarle la tranquilidad, así que
nuar hacia las escaleras opuestas, bajando cinco escalones de un salto y mordiéndo
por las paredes blancas y las habitaciones cerradas de ese ancho pasa
que no era ni alcohol ni nada parecido. Aparte, el polvo se metía
erta abierta y solo atinó a recostarse sobre el marco de la puerta durante unos minutos, observando la interesante imagen de
lda tableada que dejaban al descubierto sus bonita
cómo la muchacha se sobresaltaba y ahogaba un grito enseguida, aunque esta vez Daniel no i
ra presa del terror y se mantenía inclinado hacia adelante con la mandíbula apr
s. Es un
uitar su mirada de la chica en ningún momento. La noche anterior, le había resultado mole
eso, ¡una chica! ¿Por qué tendrí
jos en el rostro de Serena, notando cómo seguía
manzana y limón, que est
¿entiendes? Quiero hablar
roma... lo perdono...de to-
humedecido y las lágrimas parecían estar al borde de salir. Había juntado sus propias man
na carcajada de desconciert
de qué me perdonas? No te he hecho nad
más la mandíbula y sus ojos se elevaban, inundados de lá
solo se limitaba a juntar las manos mucho más, con lo
o te hagas la difícil conm
ora, pero no obtuvo respuesta de su parte, sino solo el m
la voz, algo cabreado-.
en tembló con mucha más fuerza, oprimiéndose las manos y aho
razos parecía también haberse coloreado. A Daniel eso le resul
tras intentaba salir corriendo, con las piernas deshaciéndosele y el miedo y la incomprensión salpicándole por el cuerpo, no podía creer lo que le estaba diciendo, compartían sangr
. No me gusta que des
o, derrochaba desesperación. Daniel se mordió nuevame
d... -susurró Serena con un hilo de voz, cubriéndose el enr
na, solo busco jugar un buen rato. Para mí eres una hermosa chica, así que hagamos de tu es
die. -Serena resp
a se escapó de sus labios. Era la primera vez que se encontraba con