Una hija para el CEO solitario
uente, un Andrew que, al saberse descubierto, se llevó la mano a la boca
rico? -sonó la vocecita de Alisson, quien
resoplido y asintió a
s allá lo de guapo, la verdad que no
, papi? -Aquello tomó por sorpresa, no solo a Andrew, sino a Hann
empaquen para ir a pagar. -Hannah, presurosa, nerviosa y medio avergonzada, instó a su hija a moverse y se volvió hacia su jefe-. Señor Cook, lo siento
lta curioso que una niña salida de la nada lo vea como una figura paterna, es hasta div
que ella! ¿Dónde la dejaba eso co
fue con su hija por los pedidos, en tanto
e a pagar, la ve
pedido ya ha
¿Cóm
ió-. Dijo que era un regalo para la «pequeña señorita Roth»
cionada, y salió de la tienda
er bien cómo de
ar así al señor Cook. Él es mi jefe, no
ue el de verdad... el de verdad no me hacía ca
y animada, y siguió dan
uno de los restaurantes de la feria de comida para
vitrina se exhibía la ropa de la venidera tem
uedaría genial! -Volteó hacia s
bía admitir que su hija tenía buen gusto. En esta tienda cobraban ha
a verlo? -pregunto a
, mami,
tido en cuestión que... sí, era caro, pero podía darse un gusto. Además, necesitaba
rse la ropa, y Ali se quedó en el área de
rgada de malicia, y unas palabras
obres! ¿Acaso no vio el letrero? -Su voz rezumaba asco, auténtico desdé
se detuvo una mujer pelirroja que venía acompañada de una castaña. Cuando los o
r, bastarda? De seguro eres t
es reconocía a Emma Becker como una de sus más importantes clientes y no
as dos cotillas y, con las manos en la cintura, espetó fi
bastarda, lo que sea que sea eso? -La nena frunció
oca tan sucia como su madre! -se bur
quedó en silencio cuando una frase, pro
hombre, que se acercaba a Alisson a paso lento-. ¿Tan desespera
par en par, ilusionada. Se dio la vue
api