Antología Erótica (Reyes del Deseo)
: I
ica in
odiar o amar a una persona, durante casi cinco años e
larar lo que siento, pero infortunadamente
erente, la cuál me obligaba a debatirme entre huir o quedarme,
ude resistirme a él, que fuí lo suficient
no fu
able lista de mujeres que al igual que
antidades solo por escuchar la mención de su nombre, pero no es lo qu
te carcome por dentr
que tienen que saber sobre él.
sar de su edad, es engreído, e
o pero eso es algo imposible, porque es el ho
abía lastimado mi ego en
do gentilmente me explicó el motivo
s estabamos desnudos despué
enes que se me vienen de sus abdominales perfecta
trab
n mi reloj y exhalé con frustración, ap
nfinada en mi diminuta oficina, ya hace un año
hecho nunca he escuchado el primer niño que dí
a que cada día es más valorada dentro del mundo empresarial y me las arreglé sola para conseguír un p
ord para ingresar a esta
correos electrónicos, solo veo cosas del trabajo nada nuevo, pero luego ví un correo en especial y este llama toda mi atenc
e terminar? es decir ni
cticamente huyendo de mí, definitivamente era una terrible
s lo que cualquier chica de mi edad haría, comer helado y ver películas con finales
enía tiempo para ha
ar mi rostro, seguir adelante y ocultar la frus
ncia y enseguida unos braci
la de ansiedad y emoción se cuelan en mi i
mi vida.- Le di
ningún momento recordé tomar precauciones por no usar protección, para cuando fuí consciente de todo lo
ar
esposa y yo tenía bien en claro que el aú
entos vergonzosos en la vi
se encuentra en ese estado tan critico y es que no solo perdí
ron a dar una patada en el culo. -Escuche la voz de
e odio por eso... - Respond
para mitigar los gastos de arriendo, nunca me ha gustado abusar de mi hermano Ba
s coloca su dedo en la barbilla, es una costum
-Le digo totalmente ofendida. - Puedes cr
nivel en tu vida amorosa... Pero hay
ra, mira l
s, suspiré porque ya estaba en la edad de reconocer un
iosidad y las preguntas en su pequeña cabecita
concentraba en caricaturas, ella y yo nos sentamos en los desgastados so
equeña e inocente de todo, hace que surja de inmediato una sensación de calidez en mi pecho
s cosas com
endré lo q
por un instante la posibilidad de ponerle f
ar llevándose a la cama una chica distinta cada noche
y de nuevo lo odi
a sensación de vergüenza me invade
nso en él, sólo pensaba en el idiota de P
z que te pierdes en el recuerdo de Ace Beringuelis.
eléfono y rompe ese mome
n tono neutro sin fi
pero no me dí cuenta de la diferencia de horario.
e fijé que eras tú.. ¿Como están to
ía cómo una gran amiga, estuvo conmigo en momentos donde me enc
ha fortalecido, es algo así como esa h
isterio, es de esas mujeres que no se esfuerzan por ser elegantes pero que siempre se ven impecables,
que usan la palabra «querida y cariño» para dirigirse a otras chicas y el ronroneo en su voz l
medios, hoy en día es una de las pocas mujeres que se han labrado un camino dent
e algún día regreses con tu familia. -Sus palabras hicieron que mi estómago se encogiera,
Tara... -Le respondí con tristeza, y pude notar c
estaba mal, que había esperado mucho tiempo para enfrentarlo, pero
xpresión de enojo y arrepentimiento en su
i, la oportunidad perfecta para volver co
- Pregunté de forma rápida
hora de volver creo que te dimos suficiente tiempo para pensarlo, Ace va a enterarse tarde o tempra
estoy lista. -Dije c
eres de mi entera confianza y no quiero sacarte nada pero me debes un favor
e bien que se metan en el medio, no puedes sali
én son aptas para el puesto, pasarles por encima.
iera salirme con la m
tud y competiras por el puesto, por eso quiero que e
us manos está si la tomas o no. - Mor
.. -Su emoción se hizo
informarte sobre todos los detalles. -Estuvimos charland
ncontraba Pia era hora de volver y
ía a mi
a chica ingenua que él tenía en mente, si es qué acas
ivilizadamente y no hundir mis manos