Antología Erótica (Reyes del Deseo)
:
lán se
unto la inmensa ventana y mientras lo hacía no
cielo se veí
r ni una gota de emoción por el espectáculo que tenía en frente, habían pasado casi cin
menos la ausencia del amor en ella y eso era algo
erior de mi recámara me h
ra recordaba que
as sábanas de satén tendidas en mi cama. Es una situación realmente incómoda, hace añ
ar como idiota
forma fría al entrar en la habitación
hasta que regreses. -Mi ceño se frunce
n tono demandante. - Además no tengo una hora fija de llega
edo al compromiso? -Me dice con una voz juguetona
n de trabajo, te dije muchas veces que esto sería cas
, quiero queda
untos sería muy beneficioso para ambas empresas. -Suspire y miré hacia
tan básico como el dinero, había ap
y a pedirte un auto. - Saqué mi teléfono para
- Dice en tono airado y por un momento sentí pena por ella,
e... - Salí de mi habitación, luego de diez minutos ella pa
e vida. - Dí un suspiro alargado... Porq
NS al entrar en el ascensor marqué el código en el
ione sobre los último
er esto tod
a mi lugar, este se había convertido en un refugio para escapar de mis pensamiento
apagado, mu
agen que me recibió fue la de mi hermano Vasil, con mi asistente Dorothy qu
se centraron en Vasi
ije con mi voz ro
ijo una Dorothy muy apenada y de in
solo tenía una
e vienes de muy buen humor.
familia cosa que admiraba y respetaba, en su lugar quedó mi hermano Vasil que es un tipo ru
dido p
i hermano. -Dedícate a lo tuyo. -El sonrió y leva
-Fue Doris quien interrumpió, le dí un asenti
enía una cantidad de correos atrasados del día de ayer, mi mañana y la tarde estarían r
caminaba a paso seguro cómo una pantera a punto de atacar a su pequeña presa, si algo
últimos años, se había rem
o solo que ahora era
un estilo sombrío e intrigante, la temática de las jaulas habían sido sustituidas por la expresión artís
osas, lazos, cintas o cualquier otra cosa que pudies
ntando la curiosidad de los presentes por saber quién se esconde debajo del antifaz, el lugar estaba a rebosar y con mis ojos recorría la estancia buscando a
la rudeza de la vara era palpable a través de mis guantes de cuero, sonreí al visualizar un objetivo,
después de haber hecho notar mi presencia en la sala común y haber cargado el ambiente dentro del cl
izado con variaciones
tament
les de cuerpo entero distribuidas por toda la habitación co
va perversión inofensiva
sta noche serían mías para que las atormentase, eso me exc
n el placer, estaba ebrio del sexo y
in apartar mi vista de las chicas q
hasta la rubia, mientras suavemente pasaba mis manos por sus piernas, ella arqueó su espalda y mi vista se fijo en la
o y mente, su única aspiración será ado
. - Hundí mi cara en los senos de la morena rozandola suavemente con
tan el
y eso fue suficiente para que t
sus gemidos torturados se mezclaban con los de la morena voluptuosa sentada a horcadas sobre mi cintura, mientras era penetrada con fuerza por dos de mis dedos, de un movimient
berarse.. Pero era solo esa necesidad pu
rme, pero ¿desearlas a ellas?
n piloto a
diaba por ello, me sentía sucio por pensarl
placer en el sex
más.. Un día desapareció de mi vi
rubia, mientras con mi brazo
y pesado por mi garganta, la sensación de ardor me cal
a rubia y mi sonrisa se ensanchó po
ida a la morena, quien solo seg
dicado minutos antes, de rodillas sobre la cama y
r un sol
bedien
tuve un poco y luego me dirigí hasta ella.. -Tu quieres tenerme dentro pero yo necesi
silla frente a ellas para comenzar a ob
acía sentir un temblor que aceleraba mi pulso era un t
cierre de mí pantalón que era la única pieza aparte de la máscara que cubría mi desnudez, al ver mi polla erecta los
onreí por su pregunta ya me había acostumbra
as a disfrutar. -Dije mientras subía a la cama
¡O
e imaginé la dulzura en su sonrisa y su fragilida
hasta quedar en blanco par
a noche se adueñaba de mis pensamientos y si entonces esta serí