Mas alla del contrato
mol de la mansión de mi familia resonaba con una claridad casi ofensiva, como si la casa misma quisiera que yo recordara lo que estaba a punto de hacer.
amente, como si su misma elección pudiera sellar el destino que tanto ansiaba para mí. Pero yo sentía una mezcla de emociones hirviendo bajo mi piel: mi
taban perfectamente alineadas, los árboles podados con precisión matemática. Todo estaba en su lugar, excepto yo. Desde el día en que había vuelto de
mi madre, impecable como siempre, con su cabello perfectament
aba siempre cuando quería convencerme de algo-. El señor Carlisl
isle. El hombre que estaba a punto de convertirse en mi esposo. Un hombre q
ratando de mantener la calma en mi voz-. No
abios formaron una línea fina de desagrado-. Necesitas entender que este matrimonio es má
vista, todo esto se sentía como una trampa cuidadosamente tejida, una red en la
ando de calmarme. Mi madre suspiró y se
si intentara ser comprensiva-, pero a veces tenemos que hacer sacrif
do para mí, en un contrato firmado sin qu
inalmente, sabiendo que n
i corazón latía con fuerza, no solo por el miedo sino también por la ira. La imagen de Alexander Carlisle cruzó por mi mente, un hombre del que solo ha
s desp
por mantener una expresión neutral, aunque mi mente estaba llena de pensamientos contradictorios. ¿Quién era realmente Alexander Carlisle? Había escuchado rumores d
lo vi. Alexa
llo oscuro perfectamente peinado hacia atrás. Cuando se giró para mirarme, sentí una descarga eléctrica correr por mi columna vert
expresión era inescrutable, una mezcla de desaprobación y evaluación. Sentí que
voz baja, profunda y controlada
do de mantener
con una sonrisa que no alca
o si el aire entre nosotros se hubiera vuelto más denso. Había una chispa, una corriente de energía q
él, sus labios curvándose en una leve sonrisa que
o sabía si estaba bromeando o si había u
.. interesante -respondí,
ientos se volvían más confusos. No podía decidir si lo que sentía era pur
ue Alexander Carlisle no i
e preocupó más de l