El Padre de Mi Mejor Amigo
a Fer
o, frotándome las manos sobre el rostro en un intento
espertado de la misma manera. Aturdida, des
s días durante una semana. Recordaba la intensidad de los toques, su aroma, las sensaciones ar
ía cada vez
sueño de todas las chicas de secundaria, pero que, a diferencia de
las cosas buenas que permitía que los demás vieran de él. Algún comportamiento tóxico, una
ue hiciera desaparecer las mariposas en mi estómago, que cortara de una
para perjudicarlo, sino porque deseaba librarme de la sensación de i
ue no podía decirle que probablemente estaba enamorada de
como siempre, mi aparie
contraría mínimamente atractiva, aunque, para muchos, yo era una de la
a de telas en tonos pastel, como me encantan, llenos de lazos y encaje, en un e
comportamiento abusivo a veces
ara la fiesta de los 24 años de Lucas, to
ciclo interminable, donde la solución estaba única y excl
té, dando un pequeño salto hacia atrás. Mi compañe
soltera, podría considerarte una opción. -Me
plidos, aunque los es
rciopelo negro, quitando algunas arrugas. Tenía una abertura
do sencilla. -Natalia sacó un cigarrillo de su gastado paquete y
ndo: -Te ves increíble, de verdad. Son ellos los que son exagera
eración. -Me puse los tacones negros y coloqué una diadema qu
todo, no había conocido a ninguno de ellos. A diferen
o chisme. Serían anónimos si no fueran prácticamente dueños de
esta. Eso, y el hecho de haber elegido ese día como la opor
mi mejor ropa y me aseguré de ensayar mentalmente t
mento. Sin embargo, en el instante en que el coche del conductor de la aplicación llegó a la pu
me indicaron el camino a pie hasta la casa. Por un momento,
el camino de piedra, que, por cierto, no e
música animada llegó a mis o
l de la mansión, había algunos empleados recibiendo a los i
objetos exagerados, incluso un tanto exóticos. Formas geométri
capturando mi atención durante mucho tiempo, manteniéndome inmersa en los colores algo ap
inmersa en las obras expuestas sin ningún pudor, mos
ba. Me sentía fuera de lugar entre tantas caras desconocidas, esperando ans