El Padre de Mi Mejor Amigo
a Fer
tiempo suficiente para que mi cerebro procesara la imagen frente a
inido bajo la camisa ligeramente húmeda. Su pecho marcado por la camisa blanca, igualmente húmeda, con algunas gotas descendiendo por la clavícula. Los anteojos estaban un poco empañ
recer en cualquier momento. Necesitaba recordar ese rostro, esa estructura hipnotizante. Per
n tono bajo, algo asustada. Estaba
regunta. -Sonrió, una sonrisa que hizo que todo mi
de la situación. Estaba en el coche de alguien que no conocía
n el embarazoso momento lo más rápido posible. Pero, en el preciso moment
culpa de la lluvia y el frío. Siempre culpaba a lo que estaba a mi alrededor para evitar enfrentar
-Su mano soltó mi muñeca, y casi gemí de fr
ndo la misma Olivia de siempre, la chica
e es más seguro que me quede bajo la lluvia que estar en el coche
ntó una ceja, ajustando los anteoj
la mano hacia mí, pero yo me qu
uevamente, solo para sentir ese
aber tu nombre no es suficie
e y, sin que lo esperara, puso el cinturón de se
o? -Me irrité. -¡So
uevamente, con una
sa, segura. -Sonó firme, como si lo que estab
ravés del cristal oscuro, intentando llamar su
ntras nos alejábamos. Encendió la radio, sintonizando cua
echacé, apartando su m
n chip de localización. Me rastrearán. -Mi voz sonó
ivia. -Afirmó nuevamente, y ento
o al sentir ese calor invadie
se siente
él lo notó. Percibió que el toque no solo me afectaba físi
ingresara mi dirección. A regañadientes, escribí un lu
ndo el coche se detuvo en el lugar que indiqué
no quieres decirme adónde deb