El Padre de Mi Mejor Amigo
a Fer
e enseñaron a controlar todos los aspectos de mi vida. Desde los detalles más triviales hasta los más import
ado perfecta para las expectativas de mis padres. Pero todo este control, est
n medio de toda esta rígida y agotadora crianza, perdí la capacidad de pensar por mí misma, de saber lo que
la decisión más importante de
stán. Pero, para mí, esto era lo más precioso que tenía. No porque viera la virginidad como algo intocable, sino
imaginé. Conocí a un hombre irresistible que, para
que me hacen suspirar. Pero nada de eso se compara con la
leva un tono de preocupación que me hace
o, siendo sincera. Estoy n
el calor que siento, subiendo por mis mejillas y bajando
es encantadora, un escenario perfecto para lo que está ocurriendo. Me apoyo en la barandi
El beso que deposita en mi piel caliente me hace estremecer por completo. Suelto un suspiro sin pode
o su lengua desde mi cuello hasta mi orej
sintiéndome tonta por sonrojarme tanto co
si inocente, con miedo de decir
n. Frunce el ceño por un segundo,
si estuviera luchando contra su propia urgencia-. Soy todo tuyo. Pero an
ento una ola de vergüenza invadiéndome. No quiero que este
¿te querrás ir? -digo, con
prendido, casi atragan
o. Sus manos recorren su rostro, y parece estar lidiando con la culpa de
ausa, y sé que tiene más que decir-. Pero, ¿estás
era vez fuera especial, romántica. Y, por más que el deseo
surgió en mi mente, y supe que, de aquí en