Amores amargos

Boris entra

adre, sino también recordaba que estaba durmiendo en la casa del jefe de su padre. Nunca im

l. No es que aún no lo estuviera, que lo estaba, pero sabía que su comportamiento la había desencantado mucho y aquel golpe recibido en el callejón era un gran aviso de lo que le podría llegar a pasar si seguía con una persona así. Además, Ciro se había comportado co

ebía reconocer, que se sentía mal por haberle puesto una denuncia y que tendría momentos en los que querría volver con él. Esperaba ser una mujer fuerte y no caer en

l mismo tenía en su lista negra. No quería hablar con esa persona. No era grata, ni tampoco era bienvenida. Aún así seguía llamándole. Seguía insistiendo. Su paciencia

, aunque siguieran insistiendo. Pensaba que así , habría un momento en que dejaría de llamar,

la noche de ambo

, preguntarían qué era lo que le había sucedido y no se veía con fuerzas para dar explicaciones. Debía llamar a su trabajo en cuanto salier

en el armario, varias piezas de ropa. Cogió la que más se

se encontraba Ciro en ese momento preparando el desayuno. L

no conocía. Supuso que sería por ella. Tal vez debería disculparse con él e intentar devolverle el favor que le estaba haciendo. Seguramente, él estaba cansado y no quería

, se giró hacia

nsé que te levant

a. En cuanto pueda le devolveré la ropa. Y el favor, por su

que te hice porque así lo deseo. - comen

corazón de Ciro, que hasta ese momento se mantenía molesto por las insistentes llama

a. Lo único que pediré a cambio es que cenes alguna vez conmigo. - comentó Ciro con suavidad. No que

una gran sonrisa en la boca, le sirvió a

acompañaré hasta allí y hablaremos c

es así a Ciro, le había dejado un mal sabor de boca. No sabía si el cambio de humor de Ciro era por ella o por otro m

ieron a casa de Hazel. Allí les esperaba Einar, que

comentó Ciro en un intento de tranquilizar al preocup

reguntó con preocupación Einar, m

mirada inquisidora de Einar, prosiguió. - Digamos que Boris no se comportó como debía. Pero no te preocupes po

. Le estaban entrando ganas de golpear a aquel muchacho. Le había tratado como a un hijo. Le había abierto las puertas de su casa, le había

yo a reconocer estás situaciones y salir de ahí? - regaño Einar con preocupación.

estás situaciones uno acaba cayendo. Saben perfect

señé a protegerse, a hacer lo correcto…

queridos, no siempre podemos. Pero no te preocupes. Me estoy encargand

Einar besando a su hija en la frente y después d

dijo Ciro mientras Eina

bio. - refirió Einar. Ciro sabía que Einar era un hombre tremendame

orque así lo considero y no tengo problema con ello. Tómalo co

os devolverle parte del favor

refirió Ciro antes de marchar. S

entos su otra hija no estuviera allí. Sira había salido para ir al instituto para ver sus notas finales y aún ta

a trabajar hoy. - dijo Ei

su trabajo para referir que se encon

ustiaba. No quería causarle problemas a su padre, pero parecía que se los estaba causando. Se echó a llorar. No q

s capacidades y un futuro brillante, pero que se había encontrado con ese maldito hombre, que le había dañado. Pe

través del teléfono y se quejó por ello pero Einar fue rígido en su decisión, le dijo que nunca la visitaba y que era una desagradecida. Finalmente, no le

s para agilizar la denuncia y el juicio. Quería acabar con ese tema cuanto antes. Sabía que conseguiría dejarlo el máximo de tiemp

. Pero no le hizo ningún caso. Sabía que quería alterarlo, molestar

ciendo que quería denunciarlo. Refirió que le propinó un puñetazo, hace unas se

agredir a una mujer y la única forma de defenderse que conoce es atac

. - respondi

a su despacho. Quería adelantar algunos trab

nde trabajaba, de donde provenía, cual era su círculo social. Quería saber cuales eran sus debilidades y fortalezas,

o y adelantando

stante rápidos, gracias a las maniobras de Ciro. Este acompañó a Hazel hasta el juzgado, junto a su padre. A

ía mirarle de esa manera tan intensa y celosa. Ellos ya habían cortado.

mo su propia familia, pero él había tratado de esa manera. Le había dañado. Jamás se lo perdonaría. Si hubiera s

tenía y llevarse al juez al bolsillo. El juez defensor poco pudo hacer con lo que tenía y aunque respondió con bastante contundencia.

. Hazel respiró tranquila. Abrazó a su padre, mientras se llevaban

za, hasta que vió que Boris desapar

agradecía una y otra vez, el trabajo de Ciro. Con s

a tí. - dijo Ciro. Hazel frunció sus ceja

el mientras intentaba recordar qu

Y no solo eso, sino que también he ganado. Aunque debido a sus actos, fue

ue quedemos? - preguntó Haz

arte a tú casa. - comentó Ciro sonriendo. Hazel

nos vemos. -

jamás se fijaría en ella, pues no pertenecían al grupo social. Pero aú

hermana, cuando supiese que ib