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El Dragón de la Mafia

Capítulo 5 Curiosidad

Palabras:1072    |    Actualizado en: 14/05/2024

tirando de la puerta para abrirla por completo

n paso hacia mí-Una lastima que yo sea el diablo, el villano de tu historia, un sátiro - tomando mi mano, besando el dorso- Una lás

sacarme del cuarto, ha

lvidar a tu Dios viviend

comenzar a caminar sin so

idas, la forma en la que ronronea sus palabr

a padres

r, no quie

eras, doblando a la derec

s nego

.. vas demas

con su espalda, levantando mi cabeza para mira

o? ¿Lanzarme tu agua bendita para ver si me der

los

iste que intentarías

erlo son dos cos

ysh

a caminar

marme niña, s

ermana? Pero que descarado acto

istes de mal gust

noche, hermana, dije que iba a mostrarle el infierno ¿No le está gust

é te re

, no te va a

ntro, materiales de diversa índole en el estante al final del recorrido, espejos de cuerpo completo

r lo que va

ólo dejar que haga lo que qu

en mente, hermana ¿Qu

a socarrona otra

, Alexander,

versículo de la biblia, seguirá

al elástico de su short, no podía ver la totalidad de su tatuaje con él- Anoche creí qu

antándola, permitiéndome ver su marcado abdomen lleno de cicatrices, cada una más gruesa que la ante

ía con una mano, dándose un apretón sobre la ropa interi

radas de este sujeto ¿Cómo... se atreve? ¿No les t

miras lo cubierto del t

piel, sonrojándome a más no poder al verlo bajar la cinturilla de su bóxer lo suficiente para ver la cabeza del dragón de

¿Cuántas penitencias te

ado con la varilla por esto - llevando una de mis manos tras mi hombro, tocando la herida más recien

erior, soltando la camiseta y colocánd

vuelta,

Por

ro ver

omodándolo a un lado para poder mirar mejor, provocando temblores en mi cuerpo al sentir sus

erda te h

rm

ones, los sacerdotes me llamaban insolente y me

o lo h

de delinear los t

sta mi cintura, yo nunca usé brasier, las abadesas decían que alimentan la lujuria nada

do se d

la varilla

uelta observando sus ojos oscurecidos y el ceño fruncido, la quija

so? Medio desnuda, humillada, viviendo en una men

ía dónde más ir, ese convento es todo lo que yo conocía ¿Qué haría si me echaban? El padre Nikolas dijo que para las personas cómo yo, que no somo

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