El Dragón de la Mafia
el crucifijo f
gar en el que t
supu
ruzando las dobles puertas, viendo a las personas formar un semi circulo, las hermanas
silla en el centro, empujándome ligera
cada sacerdote, Jelena - parándose frente a mí- Tu misión hoy es complacer a Dios, hacer el trabajo
cabeza, c
cer carnal? Eso es un pecado, padre, yo q
cuerpo, apret
í presentes ya lo recibieron, los dejaron bendecir
tu
ica huérfana sin apellido, la molesta, insolente, corrompida por satanás po
accedí- ¿Qué t
mi cabello, deslizando mis ropas por mis hombros, descubriendo mi cuerpo sin demostrar ni una mínima expresión en su rostro, otro padre se acercó desabotonando s
i mano, pero el padre Nikolas no me lo permitió y la hermana Corine estaba lista
de drogadictos, ahora se dedica
de un hombre alto, muy alto, de espalda ancha, visibles músculos bajo ese traje, rubio, de ojos azules, fríos... no había nada de amab
kolas- Estábamos iniciando a la nueva monja, su cuerpo le pertenece a
las con demasiada f
s lo que estaban
lo que iban a
de esperar fuera ha
Eric, dando un
deuda conmigo, me citaron hoy a media noche, escuché por ahí que ustedes son unas ratas asquerosas y desleales, no mintieron - parando justo
a quién parece ser su jefe cerraron las puertas y las empuja
Tú
s putos enfermos para que te inicien en esta asquerosa mierda y luego vengo a matarlos a todos, tú
ly
idos por Satanás, los sacerdotes que vienen del mundo exterior lleno de perversiones co
me, po
ies a cabeza, sintiendo mis
morir? ¿No te... a
ly
bien el cerebro que no t
ly
no so
i
plí die
riginal y luego podré descansar junto a Dios, no es un castigo la muerte, e
ó cómo si estuviera loca, acuclill
te, nos
arlo, sorprendida por la decisión que tomó,
eñor, yo
, hermana, uno que quizá sea mejor
. si él decía
seguir al hombre al infierno, qu
ó sin abrir la boca, sus hombres cerraron la puerta apenas llegué fuera, arregla
de la
al escuchar los gritos y el sonido de esa