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ATADA AL ENEMIGO

ATADA AL ENEMIGO

Autor: Ranacien
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Capítulo 1 Día de la lectura del testamento

Palabras:2109    |    Actualizado en: 07/03/2024

ectura del

vis al hombre que leía el testamento de su padre—. ¡

o, tacones altos que la estilizaban, la hermosa asistente de Protocolo de la corpor

bía acelerado, sus ojos estaba llenos de rabia. No podía creer que su padre hubi

rnos esto, pero es ridículo. —Y comenzó a caminar de un lado al otro como fiera enjaulada porque ciertamen

departamento de Presidencia de la empresa donde trabajaba como as

l porche de su casa. La sostenía con fuerza, como si necesitara sos

que llevaba en sus manos. Además, aún tenía la duda de si estaba a punto de corroborar que ese poderoso empresario ya sabía todo de ella y de su se

uentas y una nómina de la empresa que aquel caballero manejó por más de dos décadas. Además, estipulaba que ella era la heredera

untado mentalmente, en referencia a la encomienda q

sentado a mano derecha, en la pequeña sala frente a los grandes ventanales, desde donde podía verse una buena panorámica de la ciudad, y a Lenis Evans, l

días —saludó

potentes ojos azul

rado apenas ayer, me alegra mucho que te sientas mejor y

cién llegada intentaba

erspicaz…, comenzó a n

ertas de Presidencia—. ¿Des

comedido, directo, suave también, al lanzarle aquella pregunt

que t

s sus interrogantes justo al salir del ascensor. Carraspeó la garganta y miró su reloj de muñeca—. Fui convocada a las 09:00 de l

utador, percatándose que faltaba menos de me

ror. ¿Estás segura que

Su rostro se mo

el señor Maxim

su jefe, sabía que Max y Carla ya se conocían, que ambos tenían una conexión especial que traspasaba las barreras de lo l

ero si deseas hablar con él, te llamaré cuando eatés en el departame t

a reunión que nuestro jefe está por tener

ia se quedó

rita Davis y vio en sus ojos n

que Carla asintió y exhaló también, claramente inte

arte. —Señaló Lenis uno de los mue

nior del departamento de Protocolo a la lectura de un testamento de un empresario inglés? Esa fue la pregunta que

ar la voz de Maximiliano, abrió

je de tres piezas de color gris plomo, impoluto, se encontraba presente. Ambos, con documentos y la computadora encendid

la videollamada? —pre

con su cordura y su capacidad de aguante. Su cara de póker perenne (o la

entra Carla Dav

o de una hoja que llevaba en sus

ba de permiso?

ado. No sabía muy bien qué decirle, o cómo explicarle lo que l

rla colocar sus brazos en jar

eunión que tienes con el abogado Fizt

cejas. Miró a Lenis como si l

e, bien sabía que no a cualquier persona se

ogante que llevaba peso, puesto que, así como la secretaria sabía, Maximiliano y Carla ya se conocían, había enscrito una corta historia juntos

ondería él, si Lenis

afuera y asegura haber sido convocada por el abogado del señor Fred Davison para la lectura del documento… —Lenis hizo silenci

advenimiento de un fuerte e importante descubrimiento —

de una luz novedosa. Maximiliano se quedó

colocándose de pie—. ¡¿Una de mis empleadas es hij

acho antes de que su jefe explota

—pidió la secretaria justo después

secretaria, dándose cuenta segundos de

esperaban alrededor de la gran mesa de conferencias. En su mente lanz

icio con la premisa de esclarecer otros asuntos, no haciéndole caso a un médico que le recetaba descanso para aliviar o al menos intentar desaparecer su cuadro de estrés. Un día antes, Carla Davis no pensó jamás encontrarse allí con esas personas: George J. Miller, uno de los mejores abogados de l

te; cabello castaño que usaba desordenadamente peinado y que allí frente a ella aún enaltecía. Ella estuvo segura que ambos se habían sentido atraídos uno por el otro en a

carla. La desconfianza quería transformarse en furia a través de los ojos del C

, señorita Davis. Y

e su jefe, soltada con palabras amarga

stro—, me gustaría que nos contaras a todos aquí, la razón del porqué viniste a esta reu

staba sorprendida por eso, la p

Optó por decir la verdad, pero no directamente. Colocar cada palabra

hacia el abogado y hacia Max, antes de continuar—. Estoy

a mesa y sobó un par de veces el

almar una repentina sequedad, algo que solía sucederle cuando estaba nerviosa o estresada— con una información que para mí es bastante i

—interrumpió Max—.

tragar, la s

la hija de F

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1 Capítulo 1 Día de la lectura del testamento2 Capítulo 2 Día de la lectura del testamendo I3 Capítulo 3 Día de la lectura del testamento III4 Capítulo 4 Dos semanas antes5 Capítulo 5 Un día antes6 Capítulo 6 Un día antes II7 Capítulo 7 Un día antes III8 Capítulo 8 Un día antes IV y después de la lectura, el mismo día9 Capítulo 9 Glint10 Capítulo 10 Dudas11 Capítulo 11 Carla y Max bajo la lluvia12 Capítulo 12 Enviado a cuidarla - vigilarla 13 Capítulo 13 Seda 14 Capítulo 14 Ilusión15 Capítulo 15 El consejo de Lenis16 Capítulo 16 La visita de la paz17 Capítulo 17 Control, liderazgo y osadía Bastidas18 Capítulo 18 Glint II19 Capítulo 19 El día de la boda20 Capítulo 20 El día de la boda II21 Capítulo 21 El día de la boda III22 Capítulo 22 Casados23 Capítulo 23 Las cosas que no le gustan a Max24 Capítulo 24 La hija de Davison25 Capítulo 25 Antiguo hogar26 Capítulo 26 Revelando el secreto27 Capítulo 27 Bocas grandes, poco28 Capítulo 28 Se fue29 Capítulo 29 Lo has despedido30 Capítulo 30 Siempre me entero de todo31 Capítulo 31 Camaleón32 Capítulo 32 Cada vez que te provoque33 Capítulo 33 Confiando en él34 Capítulo 34 El primo35 Capítulo 35 Dolor36 Capítulo 36 La junta37 Capítulo 37 Fingir que hay amor38 Capítulo 38 Un terrible anuncio39 Capítulo 39 Brandon Hial40 Capítulo 40 A distancia41 Capítulo 41 Sospechoso42 Capítulo 42 Museo43 Capítulo 43 No es una farsa44 Capítulo 44 Sola45 Capítulo 45 Discusión46 Capítulo 46 Cuéntame47 Capítulo 47 Testigo48 Capítulo 48 Un trabajo para Claudia49 Capítulo 49 Brandon y Max50 Capítulo 50 Brandon y Max II51 Capítulo 51 Claudia52 Capítulo 52 Sospechosa53 Capítulo 53 Sospechosa II54 Capítulo 54 Creo conocerlo55 Capítulo 55 Nervios56 Capítulo 56 Malas noticias para Daniel57 Capítulo 57 Valentía58 Capítulo 58 Claudia y Benjamín59 Capítulo 59 Conversación60 Capítulo 60 Detrás de la puerta61 Capítulo 61 Claudia y Max62 Capítulo 62 ¿Quién es ella 63 Capítulo 63 Deseo64 Capítulo 64 Mía65 Capítulo 65 Quiero que estés bien66 Capítulo 66 George J. Miller67 Capítulo 67 Planes68 Capítulo 68 Audiencia69 Capítulo 69 Audiencia II70 Capítulo 70 Juntos71 Capítulo 71 Pensar las cosas, querer decirlas72 Capítulo 72 Visita ines73 Capítulo 73 Claudia y Carla74 Capítulo 74 Claudia y Carla II75 Capítulo 75 Como polilla a la luz76 Capítulo 76 Nuevo integrante77 Capítulo 77 Cumpleaños78 Capítulo 78 HB, Mr. Boss79 Capítulo 79 Quince días antes80 Capítulo 80 Boreanaz81 Capítulo 81 Rarezas82 Capítulo 82 Yul83 Capítulo 83 Te guardaste ese secreto84 Capítulo 84 Mal presentimiento85 Capítulo 85 Carla y Boreanaz86 Capítulo 86 Luchando por vivir87 Capítulo 87 Final y datos extras