El Bebé De La Sirvienta Y Su Hermanastro

ítu

rni

rie, por supuesto se encargó de que estuviera más de lo debido, con la intención de humillarme. L

na mirada furtiva. Era el más flexible de los dos

sentó en esa silla no sonrió, su rostr

nsamos que sería bueno darle una vida mejor a ese niño -co

y manipuladora. Y si Maximiliano

ndo, ¿Qué está pasando? ¡¿Por qué se quedan callados

no habían pensado en algo tan obvio? O no tuvieron

manera, Maximiliano. Somos tus

ad Marie. ¿No crees que ya ha sido suficien

desmayaría; de hecho y

quisiera decirme que se acabó la farsa, pero era tan

se

omó del brazo, Max, cuando pasé

res antes de e

no creo que soporte estar cuando es

la oscuridad que cernía la noche. La adrenalina en mi sistema

sin poder contenerme más. Lágrimas y más lág

corazón, me

empo después, cu

encontraría

lo siento

me. Ya estaba al corriente, al

sabí

ente y me acercó a él permitiendo q

eces

su tacto. Su calor me envolvió; entrelazó nue

adoso no

orosa; entonces alzó mi

s, la universidad podía esperar, pero no te iba a dejar a ti sola con una responsabilidad tan enorme -hizo una pausa; sus ojos bril

me fui, preferí quedarme en ésta casa recibiendo humillaciones, malos tratos y avasallamiento, con tal de

e besó suavemente, esta vez con toda la calma del mundo. Las yemas de sus dedos acariciaron la comisura de mis labios t

imagina

teniéndote en mis sueños, tan cerca y al despertar muy lejos. Cada detalle hizo que no te olvidara; aún tengo el brazalete, parece que se ha en

edo en mi

piré perdida en su ternura -No voy a seguir perdiendo el tie

ta secarse. No lo había visto así de destrozado en la vida. Sol

o a

seamos una familia -rogó, sus ojos estaba

belleza varonil, que a mí me tenía atontada. Se quedó quieto, silencioso al roce en su piel. Y fui

ondió con vehemencia, instando a darlo todo. Me tomó por la nuca profundizando el beso, no resistí y subí a horcajadas

M

te faire mienne. (Te deseo,

pecho. Nos detuvimos con la respiración entrecortada;

Qu

é dans notre présent. Je sais que tu m’aimes toujours. (Recordemos lo que éramos; camb

ser más

tí en su

bado esa frase, Max? -

que me ha dado la inspiración para decirte esas palabras. ¿Aún

hilar una palabra teniéndolo

e las mejillas. Antes solía hacerlo, pe

a esto, no es malo que tú hagas lo mismo conmigo. No porque crec

s. Tú… Te ves tan distinto -admití e hice el amago

advirtió -. Y según tú ¿

rfecto y me encant

encantas mi ángel; no voy a permitir que t

us palabras -. ¿Qué

ia más rápido de lo que imaginas -pro

llevarse a Máximo ¡N

to que vi a Marie completamente f

que haces? -sol

a mi hijo, no otra vez Maximiliano. ¡Máximo

mo… ¿Qué significaba eso? ¿Quién fue

ximo se ha ido hace ya mucho. No quieres hace

una cualquiera y no voy a p

o, no es Máximo. ¿Por qué se empecin

de mí, estaba protegiéndom

i hijo? ¡Aléjate Maximiliano, deja de c

ndo algo que nunca n

voy a permitir que se

mi

o y me arrodillé

hacer Marie? -emití aterrada, persiguiendo la esperanza de

haces? -su voz

Marie quit

no. ¡Vete al in

odo pasó m

cedor pitó en mi oído y en un in

vez me h