El Bebé De La Sirvienta Y Su Hermanastro

tulo

la sala, el pequeño Matthew dibujaba trazos sin sentidos, tumbado sobre la alfombr

arme a terminarlo? —pregun

nr

mo podría negarme ante esos ojitos azules?, Era tan perfecto

tro

ces ¿De acuerdo? —dije rev

ncomprensibles, bueno tan sólo tenía cinco años, no podía esperar una obra de arte; aun

r favor por favor enséñame, E

queño Max de mis recuerdos, estaba frente a mí. Una parte

Matt,

te prohibido vincularme más allá de empleada con

a ser la chica que día a día repudiaban, sobretodo Marie, la que creí me amaba como

perdí lo que alguna vez co

er una mal

ención cambia

aximiliano, enamorarme de él. Fue inevitable la

sado. No estaba mirando a Matthew sino a ese niño que me protegió, al ado

dré que seguir

volví a

cue

special. Oh vamos no seas tímida, linda —me apre

me sentí cohibida. ¿Acaso no estab

hermanos puedes llamarme Max; yo te diré Emi ¿Te parece

Miré a mis “padres” pero ellos sólo asintieron, supuse que debía devolverle el gesto, así

es verdad mamá, papá? —c

viosa evitando mirar a

decía e

conocido, ya lo verás Max. ¿Por qué no le m

reglando lo de la cena —coinc

ena convicción de que nos llevaríamos bien y en André también mucha segu

estaba enlazada a la mía

ía, eso es bueno porque si alguna vez tienes miedo podrías quedarte conm

a sin

s las escaleras, en su apuro di un trasp

olvidé que no eres tan rápida como

cus para ver quien llegaba primero al comedor, por supuesto les ganab

tretener, las mejores series y películas.

puerta

sidad. El rosa y violeta en las paredes, la enorme cama cubierta de un lindo cobertor rosado y

un as

arecer era un asiento a los pies de la cama—. Mi

ía ped

mía, Max? —no

e lo es. Háblame de ti —añ

cogí de hombros y tímidame

yente, parecía el cielo y también el mar. Eran

el cuerpo cuando dejó caer la

color favorito,

nr

nque todos los colores son muy boni

l es tu comida favo

o, helado de vainilla ¿Ho

empo, algo que te guste hac

pero a Sam y Marcus le gustaba

ue ellos era

arcus sólo tiene cuatro a

; quizá un día volv

eva escuela. Yo también puedo serl

ía ser m

n, seremo

’avoir à nouveau un frère, enfin une sœur à partager. Depuis … (•Me agrada la idea

aneras no entendí nada en absoluto

cenar ¿Bien? —za

o comer —admi

, mi estómago ruge fuerte c

as corredizas de cristal que daban al balcó

speras? —me dio s

el rec

*

del pasado, amontonando e