Las llamas de la venganza
e pensar en las miles de cosas que pude haber echo anoche, pero por más que intentaba mi mente se encon
ro lado de la puerta-. ¿A qué hora has
arro, llegué temprano cómo dijiste que hoy era un día importa
a dado cuenta
bien? Te noto algo ex
dí fingiendo un bostezo, salí del baño y ella comenzó a acercarse a mí, seguramente buscaba alg
onseguiste la victoria o si, al contrario, debes prepararte para enfrentar las consecuencias de mentir
se mal, ¡Tampoco recordaba lo que habíamos hecho! Que era el doble de peor que lo primero, si bie
n jeans oscuro, nada llamativo, pero sí de mi gusto, al menos para estar en casa, dejé caer mi melena castaña y me m
ndo mi reflejo. Sentía su mirada sobre mí, có
ntaba decirme lo que había pasado, el camino de sus manos recorriendo cada centímetro de piel, a
muy comprensivo cuando se trataba de ciertos temas. Hace tres meses que había dejado a mi exnovio, Dante, él me había sido infiel, pero bueno, no le tengo odio, gr
fianza que nos tuviésemos, no encontraba la manera ni el lugar para comentarles la situación
mirándome directamente, hoy todo se en
gunté con respeto y cordialida
ha sido un misterio para todos. -agregó mi padre, me senté en la mesa, en medio de una sonrisa-. Y bu
matrimonio, ahora deberían estar terminando los preparativos de la boda. -comentó ella provocando
-pregunté de pronto tratando, de alguna manera, fr
tedes toda una vida. -comentó mi madre. Mi padre se quedó algunos minutos en silencio, tal vez intuía algo-. Es
endo a mi habitación, necesitaba tranquilizarme, necesitaba pensar y, sobre todo, necesitaba que Dante apareciera y me dijese que es l
desp
as de sus padres cuando se enterasen de que nuestra boda había sido suspendida y cancelada por completo, p
mi madre con esa voz chillona que ponía cada vez que se emoci
ropa, opté por un vestido color perla con un cinturón en mi cintura y unas zapatillas
jos o se esperarán hasta que ambos hayan terminado la universidad? -preguntó su madre y, con el mismo efecto que tuve esta mañana, casi termino expulsando to
ionó él. Le di una mirada
e mis caras y tomando la mano del chico que se encontraba frente a mí salí corriendo de la habitación-
Alexandra, vivimos muy buenos momentos, ¿Podrías hacerlo? ¿Cómo un favor para mí
deberás una enorme. -mencioné sonriendo y abrazando al chico, no era malo, si
Alex, de verdad no quería que te sintieras in
o, ¿Qué pensaría la gente? Y no lo digo por tu preferencia sexual, simplemente lo digo por to
igo mismo, pero necesito que me apoyes ahora, Alexandra, mis padres jamás lo entenderán.