La venganza es dulce como Breanna
iosa. Trato de no reÃrme en su cara porque por fin se ha enterado de que sus amados manteles
parece un animal rabioso a punto de morder a quien le pase por el frente. Esta la chica a quie
ocionada. No me he atrevido a preguntar si su prometido se encuentra ya que la última vez que lo vi yo destroc
ueo bueno, pero mi objetivo es otro. Es arruinarle l
u
cual le encanta hacer. Es puta por no respetar las
que ella habló maravillas de sus manteles y ahora no los tiene. L
ace que ella abra los ojos. Creo que su si
or año. Eso significa que ya no los tendré, mi boda debe tener lo mejor de lo mejor -me dice. Una
d la busca-Patricia se
hará algo para que esa maldita empresa de vay
ocina. Encuentro a la misma chica sacando jugo de la
to a beberlo en el taburete de la c
o muerdo-dig
todavÃa no salÃa de mi impresión-la miro confusa-la di
vez que él discute con alguien
mano que no podÃa perderlos de vista a ambos. La última vez fue hace nueve años-mis ojos la miran sorprendida-incluso la señora Patricia ha hecho
aguantan tenerlo cerca, ese hombre es tan amargado podrÃa sui
pesar de todo-dice e
a para casarse co
?-me pregunta tomando el
¿Y tú?-e
a-asi
do mi trasero-maldición, no quiero ser tu sumisa asà que
sus labios y me hace las señas de un tigre-Ya no
es tu rival-ella s
que atenderlas? Yo hace tiempo las hubiese enve
ayasadas de estas dos-Emily entra y mis ojos se
largas, Emily?
r mejor, digo, te pagan por hacer eso, limpiar, no por reÃrte de las babosadas de Alice. Será mejor que consigas algo con que quitar el polvo o Patricia se
e meter su polla en tu boca y asà dejar de
a pobretona sirvienta-l
el mundo y es la falta de humildad-sus labios se convierten en una fina lÃnea-ya entiendo por qué el pobre de Aarón parecÃa tan incómodo contigo cerca de él-un puchero se dibuja en mis la
atricia porque no les satisfaces de ninguna manera -siento la mano de Alice apr
vuelta saliendo y muerdo mis labios para no gritar con fuerza-como deseo agárr
utir por mÃ-niego
por eso no te preocupes o dejes que
ia sea usted-me quedo muda-es usted u
osee el demonio no hay quien la aguante-e
os, Alice-ella me sigue y caminamos
me miraba tan abiertamente de manera despreciable. La miro confundida porque no recuerdo haberle hecho algo aparte
todo esto-camina hasta donde estoy-es tu culpa q
jodida empresa fue con la que hici
algo que ver en todo esto te vas arrepentir
cionan y lo sabes-nos miramos fijamente retándonos ambas c
quiera dirigirme la palabra en vez de aliviarme me hace estar al pendiente de cualquier cosa que me pueda llegar hacer. No soy buena con los silencios y que él esté tan tranquilo lu
honor-el tono meloso que utiliza solo me dan ganas
de educación-el termina de bajar los escalones-no quiero más actuaciones de este tipo en mi casa ¿queda claro?-quisie
a llegar a mis ojos. Me mira fijamente y luego voltea el rostro para
ojos. Emily esta tan sorprendida que permanece sentada en el mueble muda y sin parpadear. Yo miro a Ali
de Patricia hace eco por todo el silencio de la sala y
fuerte el suelo. Sus tacones resuenan. Emily toma su bolso y es la primera en irse, y asà s
visión pareciendo algo confundido. Él nos mira y sonrÃe mirando a Alice. Creo que ya viene siendo hora de pregu
ver a Emily y no me acosó como aco
veo casi babeando sobre mi ropa por él. Es un maldito pecado y delito est
y mi entrecejo se frunce mientras trato de elevar
s brazos a la altura de mi pecho sin p
ordena con voz
y escucho la risa de Aarón, encantador,
ice dando pasos hast
leada de aquà y tampoco soy Patricia-Alice tose y sé que ella quiere aplaudirme-por lo cual no me vas a ordenar nada, quieres que te siga no sé dónde, entonces me lo pides de manera amable, a m
uien sin voz ni voto. Él es un maldito engreÃdo con aires de grandeza que para su lamentable existencia a mà no me interesa. Soy mua con la puta baja novios de Patricia. Creo que ambos se complementan, a ver si con todos los cuer
ivas, hasta consideré lanzarles mis bragas, pero su actitud es un tema cuestionable. No me gustan los hombres que se creen el centro del universo. Puede que él con su belleza casi inh
so verdad?-pregunta mient
ado sin detenerme a darle una última mirada. SonrÃo triunfante mien
e. Su mano causa cosas buenas en mi cuerpo. Me da la vuelta mi ro
é mi
mà nadie me niega algo, señorita-cuando voy a objetar siento sus
me!-grito golpeando
e-me dice con l
mi mirada cae en ese buen culo que tiene. Mierda, me encantarÃa convertir
tener, quiera o no-me dice y me mareo un poco cua
de complacer a su jodida prometida por eso estaba gritando hoy-Alice me mira con sus
tan repugnante tiene-me dice abrie
l me baja y mi cuerpo reacciona cayendo de culo-mierda mi culo-susurro levan
nada contento, le regalo una amable sonrisa-no sabe con quién se ha metido, Breanna-ja
ncionar mi nombre hace cosas locas con mi respiración. Trago mientras trato de acl
nder que antes de salir estaba sentado en ella. Hay un diván blanco muy elegante y refinado que me deja deseando tenerlo y que apuesto debe costar mi sueldo de tres meses. Maldito rico. Hay un librero con varios libros en él y camino en silencio pasando mi ded
y vivamos en armonÃa-confieso con
aciosa conmigo, Miller-me ace
?-él me mira detenidamente. Joder, sus ojos son increÃbles a
tengo una distancia prudente. Ruedo los ojos y luego mi mano i
sà que tranquilo-le guiño un ojo
o interesante si
e no me va v
ras que quieren s
on fuerza porque al parecer si lo
mplemente-digo enco
odos los hombres?-pregun
algunos de sus documentos y sentarme en su escritorio cruzando mis piernas y mirarlo. Me doy cuenta de que hemos cambiando de tema-dime algo Dominick-él solo me observa-¿de ve
o es asuntos de nosotros-suspiro porque es
s-me encojo de hombros-no soy una gran amiga de ella, aunque me veas aquÃ, p
aminado hacia mÃ-usted que no ha tenido sexo conmigo no puede comprender que eso del amor no importa cuando me tienes contigo-eso lo dice susurrándolo en mi oÃdo y no v
decir ¿lo sabes?-pregunto
abios y su vista queda por breves segundos en ese lugar. La tensión es palpable en
agacha quedando nuestros rostros cerca-si tu tuvieras sexo conmigo entonces no tendrÃas una prometida y no estarÃas siendo tan amargado como ah
un sin número de balas que si las miradas mataran, yo estarÃa de camino al infierno. Ella entra y Dominick regresa a
de su escritorio y lo miro lev
, algo asà como una tregua para siempre-é
salgo sin dar una última mirada. Encuentro a Alice mirando de manera interesante a A
pregunta Ali
aurante, nos vemos otro dÃa Aarón-ella asiente y él me sonrÃe. Yo camino con una s