icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Corazones indomables.

Capítulo 7 Luna de miel.

Palabras:1315    |    Actualizado en: 07/11/2023

picardía, estaba sentada a horcajadas sobre el muchacho que no

s manos temblaban en el momento en que poso sus manos en la

ard notara su sonrojo, su relación había sido como una montaña rusa, llega de curvas y cambios inesperados;

ba cuánto intentará aparentar ser una chica poderosa e indomable, no deja

ientras la sujetaba de la barbilla para hacer qué alza

ron a desabrochar los botones de la camisa de Eduard, sus labios abandonaron los ajenos para comenzar a

or Helena, quien estaba de pie junto a él dando

uedado dormido?, ¿y por qué carajos estaba teniendo esos sueños relacionados c

veía bastante cansada, seguramente el viaje

andonar la habitación, Eduard se tomó un momento para aclarar su mente, finalmente

aún era de noche, seguramente Helena se había encargado de planear un via

rizaje personal, al mirar a su alrededor se dió cuenta de que parecía que estaban

minutos, al bajar del automóvil Esteban y Miguel silbaron por lo bajo, frente a sus ojos estaba u

e — anunció Helena, sonriendo ligeramente ante la expresión

pero antes de que pudiera dar un paso adentro de la propiedad fu

sorprendida ante las

tradición dicta que debes pasar el umbral de la puerta en mis brazos — él no estaba muy de acuerdo en tener ese tipo de gestos con Helena pero debía cum

que sus ojos ardían a causa de las

ntras rodeaba el cuello de Eduard suavemente con s

estaba depositando en el suelo, aseguránd

ntrar todo lo necesario en ellas — indico Helena

? — preguntó Eduard arqueando una

forma en que lo dijo, provocó que Eduard sintiera vergüenza. ¿Cu

nso que sea

de los brazos de la mujer que realmente amas... Ohh Dios te salve de esta bruja — sin siquiera mirarlo se acercó a la puerta d

da fija en el horizonte, en la luna llena. En un agil movimiento bajo el cierre de su vestido

observando la silueta de Helena ser ligeramente bañad

s años dónde estuvieron separados no existieran y deseo poder ser los

que Helena dejo en su alma cuando le envío aquella carta de despedida... cu

o a él, observando la espalda de Helena, co

rosamente

decirme la verdad — pidió Esteban, quien intuía que más allá

los ojos, lo que provocó que Eduard suspirara mientras pasaba una de sus manos por su cabello, despeinadolo — me dijo que me nec

ema, pones siempre a l

acuerdo... ella cumplirá los

entimientos por ella? — se

mirada hacía la figura de Helena aún en el agua. ¿Ten

corazón. No volvería a caer en sus redes — sin decir más se marchó rumbo a su habitación. No deseaba continuar con esa estúpida conversación.

Obtenga su bonus en la App

Abrir