A ver quién miente más

más temprano que para ir al trabajo. No lograba sacarse de la mente la nefasta escena. Miró su móvil un par de veces, tal vez Fernando le habría

crepó a sí misma.— Eres una tonta y

terminado. Siempre creer que las cosas llegan a su fin, es doloroso. Buscó su libro de autoayuda y leyó el ensayo de “Cómo s

ue le provocó revivir aquel momento, mientras l

fundamente, pero se q

e volver a hacerlo. Pero nada parecía funcionar. Quizás debía salir de aquella casa, sí, eso era. Sólo así no pensaría tanto en Fe

ones varoniles pero con sexo femenino

a la frase.— ¿No me digas que tienes una enfermedad mortal?

nzó contra ella y se

brió paso— entra, termina de entrar— y por favor n

en era inicialmente, amigo de Fernando, pero luego que se operó y se convirtió en Tr

eguntó y ella entre soll

los —rompió nuev

n hombre ardiente y esa Minie es una rato

go quien se me mete por los ojos y aún

a trans. ¿Dime tú quien en su sano juicio, a mi edad y con este rostro se

u nariz con sus dedos y luego pasó el rev

que nos demos cuenta de la verdad y tomemos decisiones. Tanto tú como el Fer son mis amigos, pero si yo fuera tú, me olvidaba de él y comenzaba de cero. Ere

rme ánimos o

lir de ese bar donde toca con esa banda. Además, todas las mujeres, excepto yo, buscan a l

lo

isma. Si Fer ya te hizo eso, lo hará de nuevo. ¿Y sabe

s de Lauren, comenzaban a te

ntre sus manos— Sí deseas puedo

a enamorarme

ar? Yo dije alguien que

lic” en su cerebro “deu

r los gastos de la

Tengo una amiga que lee las cartas, ella te sacará de dudas que no es Fer el hombre de tu vida y entonces, comenzarás a hacer

Lau. No s

que está destinado para ti. —se levantó del so

el sofá, aquello era una locura, pero queda

puerta y ser conducida por una mujer tapizada de pie a cabeza con ropa negra, hasta llegar a la cortina roja. La mujer la levantó y Ana tuvo que inclinarse para poder entrar a a

e una gitana, le ofreció asiento; antes de dec

ste a ello, no te irás sin saber la verdad. Ana sintió ga

Lauren, bien sabía que

ro saber

o dicen la verdad. —movió hábilmente el mazo de cartas y le pidió dividir en tres montones.—

de la muerte. Ella la miró con asombro, y la mujer ca

e desaparezca para que puedas encontrar tu destino. —volteó el segundo mazo— La estrella

frase y la mujer enarcó la ceja

lo que te diré o a de

i intención —bajó e

atos.— Pero aquí hay algo raro —se rascó la cabeza y la miró fijamente

, mientras la mujer negaba con su cabeza, en des

que será como amor a primera vista. No te

lí? —preguntó

s no le gusta tomar en serio a las mujeres ca

a? ¿Pesos?

llevaba 5 minutos en aquel lugar. Prefirió n

de aquella mujer pero no lo encontró. Justo le llegó un mensaje

en siempre me

nque la mujer se había molestado, ella estaba segura que el hombre de las cartas era F

e conferencias donde darían un foro sobre “Ex y Xmen” aunque el título le pareció jocoso, no logró enten

—los asistentes al evento, levantaron su brazo derecho y con fuerza

ros y no las necesitamo

ndo oyó hablar de la jornada del héroe y aseguró que él era Xavier, el

agara— Muchos quieren ir y rogarle a su ex, mas es en ese momento que deben ser valientes y con

pecho, y corear a viva voz la letra de una canción que todos, excepto Miguel, parecían saberse. Aprovechando la situaci

ng —vociferó mientras ca

mante —murmuró ella y sin dar

tando que cayera. Ella sintió un raro escalofrío recorrerle por completo y él también. De pronto, él la soltó, se disculpó sin m

a su cabeza “Lo conocerás muy pronto, ten cuidado porque será como amor a primera vista.” A pesar de que Ana no