ENTRE EL AMOR Y EL ODIO..
Mientras estaba en el taxi, Rebecca reflexionó sobre las cosas que había escuchado de Alex. Decidió ir a casa y enfrentar a sus padres. Cuando llegó a casa, su madre estaba en el porche. Caminó hacia ella y se derrumbó en su regazo.
– Hija mía, ¿qué pasa? ¿Por qué estás así?
– Peter, me engañó, mamá. Me traicionó porque no quise tener relaciones con él la noche que llegué. Soy tan tonta, planeé todo para que fuera perfecto. Fui tan imprudente, mamá. – Bajó la mirada avergonzada. – Me sentí tan destrozada que solo bebí estas últimas noches. Pasé esas noches con un desconocido. Perdí mi virginidad con un hombre cuyo nombre solo supe al día siguiente.
– ¿Estabas ebria? ¿Se aprovechó de ti? ¿Te lastimó? – Preguntó Martina preocupada por su hija.
– No, mamá, fui yo quien lo buscó. Ya me había rechazado, no sé qué me pasó, él también estaba borracho y se aseguró de llamar mi atención esta mañana y dejó en claro que nunca me tocaría en esa situación. Anoche, me protegió mientras estaba ebria, no me tocó. Es un idiota, pero me respetó. Fui yo quien fue imprudente, mamá, perdón.
– Hija, todo estará bien. Abordaremos a Peter y a ese hombre con el que te involucraste. Sube, descansa, tu padre estará en casa en breve para almorzar en casa de tu tío.
– Por favor, mamá, déjame quedarme en casa hoy, no quiero encontrarme con mis primas.
– Como prefieras, cariño. Aprovecha y descansa. – Martina besó la cabeza de su hija mientras reflexionaba sobre los acontecimientos.
En Boston, Christine y Sophia están en un restaurante conversando.
– Estamos preocupados por ustedes. Ryan siempre me pregunta cómo están ustedes, y yo sigo diciendo que están bien. Pero ¿están bien, amiga? – Preguntó Christine, observando cómo Sophia suspiraba.
– No puedo decirlo, Chris. Tú conoces a Alex mejor que yo, conoces su personalidad. Pero en este último año, todo ha sido tan extraño. Parece que nos estamos distanciando, Alex se ha vuelto cada vez más distante y la última tarde que nos vimos, discutimos por la familia Ramsey.
– Amiga, ¿cuántas veces te he dicho que dejes eso atrás? No podrás cambiarlo. Alex no ama a tu tío como a un padre, no tienen vínculo. Él seguirá sin estar cercano. Lo único que lograrás son peleas entre ustedes. Alex es mi mejor amigo, pero es muy frío, no sé cómo te ama. Parece tan carente de sentimientos. – Sophia sonrió incómoda con esas palabras.
– No sé si él aún me ama, o si alguna vez me amó. Llamé más de 20 veces esta mañana y cuando finalmente me respondió, me trató con la misma rudeza de siempre. No sé qué hice para irritarlo tanto.
– Lo descubriremos. – Christine tomó su teléfono y llamó a Alex, quien ignoró la primera llamada. Insistió varias veces más hasta que él contestó.
– ¿Y bien? ¿Qué quieres? – Preguntó al contestar.