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Tú... Mi Ángel.

Capítulo 3 Demonio.

Palabras:4658    |    Actualizado en: 07/08/2023

s de

mamá te cuidara. — Hades jamás había visto a una mujer tan des

a tomó por sorpresa y se giró de inmediato. —

ía ganas de preguntar quién era y donde estaba, estaba dispuesto a dar sus servicios sin

sucede, yo no soy así

vos, su hermana menor no lo estaba, Dulce Ángel se había ido dejando un vacío en el corazón de su hermano que creía que jamás llenaría, él mejor que nadie sabía lo que era perder un f

ir lo necesitaba, estaba embarazada de un Bach, uno que no la merecía, pero cuando estaba punto de embarca en Nueva York con destino a China, recibió una llamada, un pedido que no pudo negarse a realizar. Debía ir a México y matar a un conocido narcotraficante que había acabado con la vida de varios adolescentes, y todo por el hecho de que estos se reusaban a vender sus drogas, fue eso lo que lo llevo al país de Macarena, termino su trabajo lo más rápido que pudo, su mente estaba

ía que la joven no era partidaria de la violencia, menos de la muerte, le dijo que viajo por negocios y luego cuando su estadía se alargo dijo que lo habían despedido, no buscaba otra cosa de que ella dejara de hacerle preguntas, las cuales no estaba dispuesto a contestar, nunca se imaginó que cuando la latina s

en un fluido ca

ández? — un escalofrió recor

¿Qué s

la joven fue ingresada por una amenaza de

luego trabajaba de noche en un taller mecánico, ni él mismo sabia porque hacia todo eso, pero simplemente no podía llegar con diner

suave y mostrando una sonris

? — dijo al tiempo que

da Maca, te desmaya

pregunto de forma agitada, por lo que

aborto, tienes la placenta previa, debe

s hermana. — dijo Diego

, para todos los del vecindario ellos eran una familia, se comportaban como una famil

ha agua, hoy pronosticaron altas te

para que su latina no se preocupara y poder cenar juntos, luego cada noche le hacía masajes en los pies, ya que la joven no podía caminar m

ás de lo habitual, mucho más, y Macarena se preocupó, hacía unos días lo observ

ina al tiempo que se sorprendía p

esario, no temas gastarlo. — el pecho de Macarena se oprimió, en esos cuatro meses

tonto que parecía ella sentía que la estaba abandonando

é. — dijo observando a Diego que t

12 años y quien había aprendido a

ore, por lo que me quiero asegurar que estarán bien mientras regreso. — Hades se sentía dividido, necesitaba regresar a Nueva York, habían atacado la mansión Zabet, el hogar de sus tíos, el

? — dijo la joven morena

por ti… por ustedes. — juro mientras se perdía

abía enamorado de esa latina. El ángel de la muerte g

o Mac

des

equeño Horus, ya no era tan pequeño, Zafiro seguía tan feliz y letal como siempre junto a su mafioso ruso criando al pequeño Lukyan, Rosita, su hermana adoptiva también vivía feliz junto a su hija Violeta y su esposo… un Bach, que no terminaba de convencer a nadie de la familia de ser lo que ella merecía, y luego estaban sus mitades, como ellos se llamaban, eran quintillizos y de una u otra manera estaban conectados, Victoria quien era ciega estaba embarazada por segunda vez, parecía que la mafia Siciliana seguiría creciendo, Ámbar cada día estaba más loca, aun le quedaba un año para terminar la universidad en España, aunque debía admitir que lo tenía alucinando el hecho que la loca de Ámbar se hu

era algo inaceptable para Mateo, aunque nunca admitiría que él

además… — Stefano parecía otra persona, ya no tení

ber lo que era el amor, pero sabía lo que er

ir su secreto, jamás le había dicho a nadie, p

ki que su padre tenía en la oficina de la mansión, quizás se le había hec

primera vez y me aproveche de eso, creyó que era su sangre la que sentía y no

do la píldora del día después. — Mateo estaba enojad

manas y estaba atentó a ella, al primer síntoma de embarazo le pediría matrimonio, arreglaría todo, pero entonces Arkady jugo con mi mente, el bastardo estaba furioso porque Vicky estaba con Alessandro y lo h

yo de ti? — lo suponía, aun recordaba el día que Stef

ir, ya estaba en tratamiento para manejar mi ira, esas ganas de destruir todo, pero aún estaba demasiado lejos para mantener la calma, primero le dije que sí, que hablaríamos, pero luego la vi abrazada de Milco su compañero de clases, le grite delante de todos, la trate de lo peor, a los dos días la vi salir de la rectoría, sus ojos estaban hinchados, se notaba que había llorado, se veía tan mal, pero no me acerqué, aún recuerdo cómo me miro, sus ojos imploraban por mí, pero justo llego Dalila y comenzó a besarme, cuando r

algo que, para Stefano, no pasó desapercibido, pero no dij

siquiera pude obtener su dirección, jamás en el tiempo que salimos le pregunt

estaba enferma del

arto en el que vivía, si tiene a mi hijo y están pasando hambre,

pre seria compartido por los demás, pero, aun as

cipio quiso ayudar a su hermano Stefano, pronto se vio abocado a sus problemas, Ámbar había regresado de la universidad y era un peligro para todos, en especi

eo. — dijo la rubi

fieras en mis negocios! — la advertencia fue seguida de un golpe de puño en s

enojo en algún pobre trabajador, pero se detuvo en el marco de la puerta, y sus ojos se abrieron con sorpresa al ver

tica la joven se levantó y quedo dándole la espalda, la cual se notaba tensa, giro lentamente, mientras Ma

blando como una hoja, sus ojos color chocolate brillaban de una

— indago el hombre mientra

y la chica de

ven, estaba asustado, no entendía que le pasab

rgaba de despedirlos por una u otra razón, 730 días en los que Mateo hizo hasta lo imposible por llamar su atención, pero ella siempre huía de él, parecía un conejo asustado y él un lobo hambrient

a acababa de cruzar en el pasillo y como siempre ella corrió su cara, co

o producto de la fr

traía loco los últimos dos años, mirándolo des

n entender porque actuaba así co

irlo. — podía verla temblar y te

sus ojos y Mateo se dio cuenta que su

utorizar un préstamo… para mí. — termino d

e salió con un poco de burla, sabía que le pagaban bien,

. — Desesperación, eso gritaban sus ojos y M

rmarle que no

a ver que esa latina tenía carácter, sus cejas casi cho

cluso te pagan más de lo que vales. — su mente de empresario le jugó una mala pasada, no lo pudo evitar, la deseab

quitarle su valioso tiempo. — la vio parad

me, si te doy el dinero que nec

ijo sin pensarlo — Vera yo

sonreía y ella como acto reflejo retrocedió, grave error, él iba a poner como condición que le diera l

… ¿c

er su cara, estaba seguro de que lo rechazaría, tomo unos documentos

parecieron eternos, hasta qu

el día, soy un

vio indecisa y

untual, si no llegas me daré por enterado

l fin la probaría, se había desecho del saco y había abierto su camisa un poco, estaba nervioso y le parecía ridículo lo que el amor p

butos. — dijo con voz cargada de deseo y Maca se

er. — vio cómo su piel color caramelo

ue no estaba casada y que en ese momento no tenía novio, por lo

n un susurro, b

no lo po

llo y ella no sabía cómo explicarlo, pero lo único q

do? — pregunto acercándose a ell

ras observaba como se ac

ones ocasionales. — respondió mientras caminaba a

ar y llevando dos de sus dedos a la barbilla de Ma

us amigos? — ind

o, pero no quería recordar a Hades, no quería admitir que creyó que su amigo tambi

lor en sus ojos, así no se parecían a lo

que sepa señor Zabet solo he tenido sexo dos veces en mi vida, a los 18 con el idiota de

asero, el cual apretó hacia él causando que ella sintiera su férrea erección en el vientre y un pequeño gemido salió de sus labios, dejo su boca y bajo por el cuello, lamiendo y chupando todo lo que había a su paso, mientras su respiración daba en la oreja de Macarena, quien se estremeció y no pudo evitar apoyar

esabrochaba cada botón de la camisa blan

eraba en el hospital para someterse a una operación para corregir una malformación en su corazón, solo ella podía conseguir el dinero para la operación y tratamiento de re

en el que reparo que eran del mismo color que los de Hades, y como si hubiera viajado tres años atrás rompiendo la barrera del tiempo, como en aquella no

n el brillo de su mirada y no estaba dispuesto a que ella soñara con otro en ese momento.

rte al sentir un poco de dolo

llevaba su mano bajo la falda, colándose por su ropa interior, descubrie

nto fervor que disfrutaría de toda ella, pero lo que más le gusto, fue ver como p

mar su cabello con fuerza y comenzar a mover las caderas, lo estaba disfrutando, al fin Macarena se estaba en

da y un poco avergonzada. — Solo disfruta. — la tentó una vez más, si, para Macaren

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